Los grupos deciden redactar las conclusiones del 11-M sin descartar más comparecencias
Madrid
La comisión parlamentaria que investiga el 11-M acordó hoy por unanimidad que los grupos inicien los trabajos para elaborar sus conclusiones, que serán puestas en común en una reunión el 7 de septiembre, en la que se decidirá si son necesarias más comparecencias.
Así lo expuso hoy el presidente de la comisión, Paulino Rivero, quien propuso a los grupos esta posibilidad de empezar a trabajar por separado en una "aproximación a lo que pueden ser las conclusiones" durante el mes de agosto y retomar las reuniones en septiembre.
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Rivero, quien aseguró que ningún grupo propuso hoy la celebración de más comparecencias, subrayó que éstas "no se han dado por cerradas", y avanzó la voluntad de los comisionados de que al menos una parte de las conclusiones sean consensuadas.
El presidente de la comisión insistió en que si después del trabajo y análisis que haga cada grupo se derivara la necesidad de nuevas comparecencias, éstas se votarían el mismo día 7.
Rivero reiteró que el acuerdo fue unánime con la reserva de que el trabajo durante el mes de agosto sea una aproximación de las conclusiones finales, que serán una propuesta conjunta que responda al mandato del Pleno del Congreso sobre los objetivos de la comisión.
No obstante, reconoció que en la parte dispositiva del informe final puede haber matices que, probablemente, aportarán los grupos, pero el acuerdo común es que las conclusiones sean unánimes para un asunto "importante que genera mucha sensibilidad en los ciudadanos", dijo Rivero.
Recordó que más allá de analizar lo sucedido antes del 11-M y en días posteriores, el objetivo de esta comisión es hacer propuestas al Gobierno y al Parlamento para mejorar las condiciones de seguridad ante un nuevo fenómeno, como es el terrorismo islamista, y expresó su deseo de que esas sugerencias sean acordadas también por unanimidad.
El presidente de la Comisión explicó que ha sido "realmente sencillo hacer la propuesta y que se aceptara" e insistió en que las comparecencias no se han dado por cerradas ni se puede confirmar que no vaya a haber más.
Los portavoces de todos los grupos, según Rivero, han expresado públicamente su conformidad con la propuesta "sensata y de sentido común" de la Presidencia en una reunión que apenas duró media hora y en la que ningún comisionado pidió que se votara alguna comparecencia ni planteó cuestiones "individuales".
En la reunión se acordó también la remisión a un juzgado de Madrid de las declaraciones de los guardias civiles y del policía de Avilés contactos de los confidentes implicados en el 11-M, indicó Riviero, quien recordó que es voluntad de la comisión remitir la documentación que se recaba en la misma al Ministerio Fiscal.
La comisión del 11-M pone punto y aparte a dos meses de trabajo, plazo que los grupos se dieron a partir de la sesión constitutiva celebrada el pasado 27 de mayo y que ha sido prorrogado sin fijar una fecha determinada para su conclusión.
Durante las cuatro últimas semanas, han tenido lugar 39 comparecencias de dirigentes políticos, mandos policiales y expertos en islamismo, entre otras.
El encargo de la comisión, que fue aprobaa por el pleno del Congreso el pasado 20 de mayo, es "esclarecer la verdad" sobre lo ocurrido entre el 11 de marzo y la jornada electoral del 14 de marzo, así como sus "antecedentes y consecuentes".
También se le encomendó aclarar los acontecimientos "anteriores y posteriores" a los atentados y las "actuaciones" que "los poderes públicos" realizaron sobre ellos.