La Iglesia rechaza ejercer "papel político" al criticar el matrimonio gay
En un curso de la Universidad Complutense
El presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, negó hoy que la Iglesia "haya ejercido un papel político" a través de la última nota de la Conferencia Episcopal o a través de la homilía del arzobispo de Santiago durante la ofrenda al Apóstol Santiago.
Rouco Varela respondía así a preguntas de los estudiantes durante el curso "Sobre el alma", que clausuró en la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial, de donde partió hacia Galicia sin querer hacer declaraciones a los periodistas.
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En la última nota aprobada por el Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española, dada a conocer el pasado día 20, los obispos españoles consideran que el reconocimiento jurídico de las uniones homosexuales y su equiparación con el matrimonio constituirían "un error y una injusticia de muy negativas consecuencias" para el bien común y el futuro de la sociedad.
Cinco días después, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, dijo al contestar en su homilía a la Ofrenda Nacional al Apóstol que hizo el Rey, y en presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que el matrimonio "esencialmente heterosexual" es la base "ineludible" de la familia y que su quiebra supone "la quiebra de la sociedad".
El presidente de la Conferencia Episcopal subrayó hoy que cualquier miembro de la Iglesia Católica "acepta que se gobierna desde el Parlamento y las Instituciones del Estado, y no desde los púlpitos", como han precisado estos días varios miembros del Gobierno.
"Por ello, -continuó- Iglesia y Estado son fórmulas que se necesitan y complementan", ya que, según Rouco Varela, "el Estado no debe impedir que se pueda proclamar la palabra de Dios libremente porque estaría entrando en competencias que le desbordan, ni la Iglesia puede, a la hora de evaluar el Evangelio, valorar materias relacionadas con el Gobierno".