Exhibición del Barcelona ante el Zaragoza (4-1), que se sitúa colíder

El Barcelona confirmó una vez más las excelentes prestaciones ofrecidas en este inicio de temporada y se aupó al liderato, junto al Valencia, después de doblegar la escasa resistencia del Zaragoza (4-1) de la mano del camerunés Samuel Eto´o, autor de un doblete, Xavi y el sorprendente Van Bronckhorst.

El conjunto blaugrana sigue amasando valores de equipo campeón y hoy añadió el de la remontada. El cuadro de Rijkaard se sobrepuso, sin alejarse de su ideario, a las adversidades iniciales de las lesiones de Gabri y Sylvinho, ambas de gravedad, y del afortunado gol de Villa en la única aparición del Zaragoza en campo contrario.

El Barça no sintió entonces presión alguna. Xavi ejercía de maestro y sólo faltaba afinar el tiralíneas. La presión axfisiante del Barça, que no dejaba triangular a los maños, y su monólogo con el esférico, que se movía con rapidez y precisión, sólo podía desembocar en la portería rival.

Apagado Giuly, recurso habitual en las primeras jornadas, para desnudar al contrario, emergió el anhelado Etoo, que por fin se estrenó como goleador en el Camp Nou. El camerunés, desde el carril del once, buscó su perfil bueno, amagó a dos defensas y consiguió diana de fuerte disparo. El Barça había sido mejor y sólo le faltaba refrendar su enorme superioridad en el marcador.

GOLES Y ESPECTACULO

Necesitó sólo un minuto en el estreno del segundo acto para aliviar al aficionado sufrido, gracias nuevamente a Etoo, tras pase de Ronaldinho. Desde entonces, el Barça fue un rodillo. Aprovechó el estirón del Zaragoza, para arrimarse cuanto menos a Valdés, y descompuso la solidez de Milito y Alvaro, que había sujetado a su equipo en la primera mitad.

Era el cuadro de Rijkaard un vendaval de toque y movimiento, y un genial Xavi, de lejano disparo, y Van Bronckhorst, asistido por la clarividencia mágica de Ronaldinho, redondearon un marcador que reflejaba el magnífico juego blaugrana, ahora mismo imparable, con un fútbol de alta escuela y al que sólo el Valencia parece hacerle sombra.