Los delegados laboristas fuerzan una votación sobre el papel de Londres en Irak
Primera derrota de Blair en el Congreso de los laboristas británicos
Los delegados reunidos desde ayer en el Congreso Anual Laborista en Brighton forzaron y consiguieron introducir en el orden del día de la reunión un debate con votación sobre el papel del Reino Unido en Irak que tendrá lugar el jueves.
La intervención militar divide a los delegados y domina este Congreso, el último seguramente antes de las elecciones generales en primavera. A la polémica interna por el papel del Reino Unido en Irak se ha sumado además el destino incierto del rehén británico Kenneth Bigley.
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El secuestro del ingeniero estuvo presente en el comienzo del congreso laborista, inaugurado ayer domingo en Brighton, al sur de Inglaterra, y en el que el primer ministro Tony Blair quisiera por fin para poder hablar de política interior.
Un hermano del rehén británico, Kenet Bickley que participó anoche por teléfono en un debate contra la guerra, acusó a Blair de estar dando al secuestrado el beso de la muerte con su silencio. "Señor Blair, ¿puede usted coger el maldito teléfono y llamar al presidente Bush para que desbloquee la liberación de las dos mujeres prisioneras?", dijo Paul Bickley.
Para hoy está prevista la intervención del ministro de Finanzas, Gordon Brown, con quien Blair mantiene unas relaciones cada vez más tensas.