Zapatero: "No hay ninguna previsión de cambio en los acuerdos con la Iglesia"

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha recordado a la jerarquía de la iglesia católica que el Ejecutivo no busca un enfrentamiento con ella, sino que "se está limitando a cumplir su programa electoral". Las declaraciones de Zapatero llegan tras las opiniones críticas de algunos miembros de la Iglesia a la Religión no evaluable de la reforma educativa.

Durante una rueda de prensa celebrada en La Moncloa con el presidente checo, Vaclav Klaus, Zapatero dijo que los ciudadanos votaron el 14 de marzo "ampliar los espacios de libertades civiles y reformar el sistema educativo", en alusión a medidas como la agilización del divorcio, la aprobación del matrimonio entre homosexuales o la eliminación de la Religión como materia educativa curricular.

El Gobierno socialista, insistió, "no tiene ningún problema con la jerarquía católica" y, es más, piensa mantener los "acuerdos marco" que tienen su origen en el concordato con la Santa Sede de 1979.

José Luis Rodríguez Zapatero indicó que "son los ciudadanos, no el Gobierno, los que quieren estos cambios", y aseguró que respeta la libertad de crítica de la iglesia católica a las iniciativas legislativas de su Gobierno. "Por mi parte, no habrá reciprocidad, sino respeto a las opiniones en lo que es un país democrático y donde las leyes las definen los parlamentarios, que representan a los ciudadanos", concluyó el jefe del Gobierno.

TEMORES DE LOS PRELADOS

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La Conferencia Episcopal guarda silencio por ahora, pero ya se ha escuchado la opinión crítica de algunos miembros de la Iglesia con los cambios en la ley educativa. El cardenal de Sevilla, Carlos Amigo, ha abogado por alcanzar un "pacto de consenso para la Educación" que ponga fin a la actual "situación de inseguridad" en torno a las clases de Religión.

En rueda de prensa Amigo se refirió a los nuevos planes educativos para la Religión diciendo que "muchos profesores y padres de familia se han levantado esta mañana con un nuevo dolor de cabeza". La educación, dijo, "no puede estar en esta situación de inseguridad, que no es buena para la educación, la familia, la escuela , ni la sociedad".

Por otro lado, el obispo de Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez teme que, a través de la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía "se pueda colar la ideología del Estado".

POSITIVO PARA PROFESORES Y EVANGÉLICOS

La Iglesia católica recela mientras los evangélicos (luteranos y calvinistas) apoyan la reforma del Gobierno socialista. Jaume Llenas, portavoz de la comunidad protestante ha asegurado a la SER que la propuesta del Ejecutivo coincide con su filosofía porque "el lugar de transmisión de valores espirituales es primero la familia y luego las iglesias". "No es la escuela", decía Llenas.

Otro de los sectores implicados, los profesores de religión católica, comienzan a ver que su panorama laboral se aclara con esta reforma que consideran positiva. Desde la federación de profesores laicos se ha dicho hoy que "el Gobierno está dando una oportunidad para que se puedan presentar distintas propuestas".