La Iglesia catalana se desmarca de la ofensiva contra el Gobierno
Los obispos catalanes creen "excesivo" convocar protestas públicas, según El Periódico de Cataluña
Los obispos catalanes no secundan la estrategia de confrontación con el Gobierno socialista que promueve la Conferencia Episcopal Española, ya que no son partidarios de incitar a grandes iniciativas para expresar su descontento por algunas de las medidas que ha anunciado el Ejecutivo.
De esta manera, la Iglesia catalana se desmarca de la línea más conservadora de los prelados españoles, y uno de los temas en los que más se nota esta distancia es en la postura que tienen sobre la reforma educativa.
Más información
- Acebes acusa al Gobierno de "agredir" a los católicos
- Más del 70% de los españoles cree que la Iglesia debe autofinanciarse
- La Conferencia Episcopal moviliza a los católicos contra las reformas sociales del Gobierno
- Discrepancias en las diócesis españolas ante la campaña contra el Gobierno de la C. Episcopal
- Todos los grupos, menos PP, fundan en el Congreso una plataforma por el laicismo
- El "numero dos" de la Conferencia Episcopal alerta de las "mayorías fabricadas" que convierten al cristiano en un "marginado"
- Un cura sevillano acusa al Gobierno de intentar "comer el coco" con la bondad de la eutanasia
- El Arzobispo de Valladolid cree exagerado pensar que hay una persecución a la Iglesia
- Asociaciones cristianas de Mallorca critican con dureza a las autoridades eclesiásticas
- La mayoría de los españoles rechaza la ofensiva de la Iglesia contra el Gobierno
Sobre este respecto, los obispos de Cataluña han anunciado que van a hacer suyo el pronunciamiento del Congreso de la Escuela Cristiana de Cataluña, que va a analizar dicha reforma, por lo que no impulsarán ninguna recogida de firmas, como pidió en su día la Conferencia Episcopal Española.
Según publica hoy El Periódico de Cataluña, destacados prelados de esta comunidad entienden la actitud beligerante de la Iglesia por las decisiones tomadas por el Gobierno, pero añaden en seguida que convocar protestas públicas les parece excesivo.
