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Las incógnitas del incendio

A medida que pasan los días, y antes de que los bomberos puedan adentrarse en los restos del edificio Windsor, las dudas que plantea cómo, por qué y cuándo se originó el incendio son cada vez mayores. Algunos datos aportados por las fuentes que actuaron durante y después del fuego se han visto contradichas con el paso de las horas, lo que no ha hecho más que aportar confusión.

Cuándo comienza el fuego

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Una de las cuestiones básicas es a qué hora comienza el incendio. Hay testigos que dicen que tres horas antes de la llegada de los bomberos ya olía a quemado. Hoy el jefe de ese cuerpo de emergencias afirma que cuando llegaron ellos el fuego no era como si acabara de empezar.

"Sabemos que sí llevaba tiempo, pero no sabemos cuánto", asegura Fernando Munilla. "No era un conato, sino un fuego de grandes proporciones", continúa y asegura que "cuando recibimos la llamada el incendio no se acababa de iniciar sino en momentos bastante anteriores".

Quién llama a los bomberos

Segunda pregunta, ligada a la anterior: ¿cuándo se llama a los bomberos y quién lo hace? Se dijo en un principio que fueron los vigilantes de seguridad, pero hoy el concejal de Seguridad del ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo, dice que no sabe si fueron ellos o si fue personal de mantenimiento.

El concejal habla de que "a partir de las 23.21 del sábado" se produce "una llamada por uno de los responsables del edificio, no sabemos si vigilante seguridad o encargado de mantenimiento que, desde la planta 25, anuncia un fuego en la planta 21".

¿Había trabajadores en el edificio?

Una de las cuestiones abiertas es si hubo trabajadores en el edificio durante la tarde del sábado, antes de que se declarara el incendio. Según han señalado a la SER fuentes de varias de las empresas que trabajaban allí, es muy probable que todos los registros de entrada hayan sido destruidos por el fuego.

Hay tres sistemas de comprobación sobre quién accedía a él. En primer lugar, los tornos de entrada cuyos registros habrian sido destruidos por el incendio.

En segundo lugar, las tarjetas de identificación que daban acceso a cada planta. Esos sistemas electrónicos también habrían sido dañados.

Y por último, el libro de firmas en el que se incribe cada visita a la entrada del edificio. Ese libro es propiedad de PROSEGUR. De momento, ésa podría ser la única forma de comprobar si hubo o no visitas esa tarde. PROSEGUR sólo tiene obligación de entregar ese libro a los propietarios del edificio si es que sobrevivió al fuego, porque,de momento, tampoco eso está claro.

Hay sin duda más preguntas como qué había dentro del edificio que tanto y tan fuerte ardió, o por qué los dispositivos anti incendios del Windsor no funcionaron como debían.

 
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