Narbona asume el reto de modificar el modelo de transporte para cumplir con Kioto

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha asegurado en la Cadena SER que uno de los retos para que España cumpla el protocolo de Kioto, que entra en vigor el miércoles, es modificar el "ineficaz" modelo de transporte español. A nivel internacional, Japón quiere implicar a Estados Unidos, China e India a que se comprometan a luchar contra el cambio climático.

Japón celebra la puesta en marcha de Kioto con una ceremonia conmemorativa en el mismo centro de conferencias de Kioto en el que se alcanzó el compromiso histórico años atrás. Será un acto sin personalidades políticas, pero con una fuerte carga simbólica. La principal figura del evento será la keniana Wangari Maathai, galardonada con el premio Nobel de la Paz 2004 por su contribución al desarrollo sostenible y su lucha por la protección del medioambiente.

Sobre Kioto se ha hablado hoy también en el programa 'Hoy por hoy' de la Cadena SER. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha asegurado que España va a hacer "un esfuerzo" con Kioto partiendo del Plan Nacional ya aprobado y que limita las emisiones de los sectores industriales en los próximos tres años. La ministra ha explicado que desde su departamento se trabaja también en la modificación del modelo de transporte de España, al que ha calificado de "especialmente ineficiente" en términos energéticos.

Desde Greenpeace, su director ejecutivo, Juan López de Uralde, ha asegurado que con la puesta en marcha del protocolo "se da el primer paso para poner fin a la era del petróleo" y se inicia una nueva era "más tecnológica" en la que cobrarán importancia las fuentes renovables.

El Protocolo de Kioto fue firmado por 125 países el 11 de diciembre de 1997 con el compromiso de disminuir, entre 2008 y 2012, las emisiones de gases causantes del calentamiento global de la tierra en un 5,2 por ciento, respecto a 1990.

Su entrada en vigor se ha retrasado hasta ahora debido a que sólo podía ser aplicado si entre todos los países firmantes sumaban el 55 por ciento de las emisiones contaminantes en el mundo. La retirada de EEUU en 2001, responsable de una cuarta parte de las emisiones, supuso un duro golpe en la lucha contra el recalentamiento del planeta.

El presidente estadounidense, George W. Bush, justificó esa decisión por los supuestos daños que iba a acarrear el cumplimiento del protocolo en la economía del país. Hubo que esperar a la sorpresiva ratificación de Rusia el pasado noviembre para que se diera el espaldarazo definitivo al protocolo, que a partir del miércoles será jurídicamente obligatorio para los países suscriptores.