Se acaban las alternativas para los padres de Terry Schiavo

Terri Schiavo, la mujer enferma terminal del estado de Florida, cumplió hoy viernes una semana sin agua ni alimentos. Queda, así, al borde de la muerte, pese a la desesperada ofensiva legal de sus padres y a los esfuerzos del Congreso y del gobernador de Florida Jeb Bush por evitarlo.

Mientras los padres de la mujer sufren un revés judicial tras otro, incluido un fallo adverso del Tribunal Supremo, en su intento por que se le reconecte la sonda que la alimenta, la salud de Schiavo empeora rápidamente. "Su rostro comienza a hundirse" dijo Suzanne Vitadamo, hermana de Schiavo.

Los padres, Bob y Mary Schindler, inmersos en una puja durante siete años con Michael, el esposo de su hija, perdieron otro caso en los tribunales el viernes, cuando un juez federal de Tampa dictaminó que el tubo que alimenta a Schiavo no debería reinsertarse.

"Es maligno"

Bob Schindler dijo que los padres continuarían sus intentos para mantener viva a su hija. "Continuaremos luchando porque está mal", dijo en una entrevista con la cadena de televisión ABC. "Nunca dejaré de luchar porque esto está mal, es maligno", agregando que no sabía qué alternativas le quedaban.

Las probabilidades de que los esfuerzos de la familia tuvieran éxito siempre habían parecido escasas después de que el máximo tribunal se negara el jueves a intervenir en el caso y de que un juez estatal rechazara la petición de Jeb Bush para que el estado asumiera la custodia de Schiavo. Posteriormente el Tribunal Supremo de Florida aceptó la apelación.

George Felos, abogado de Michael Schiavo, dijo que Terri Schiavo había comenzado a morir: "Está descansado cómodamente (...) tiene apariencia pacífica y se está muriendo. La señora Schiavo está en proceso de morir".

Tal vez una semana más de vida

Según los médicos, la mujer sólo sobreviviría entre una y dos semanas sin la sonda, que se le retiró el viernes pasado. Los pacientes en sus condiciones sufren poco o directamente no sufren al morir de hambre o deshidratados, dicen los especialistas.

Los sondeos de opinión muestran que la mayoría de los estadounidenses se oponen a la inusual intervención del Congreso en una disputa familiar, algo que suelen manejar las cortes de los estados y no de los tribunales federales.