Sociedad

El Papa se asoma a la ventana para dar la bendición 'urbi et orbi'

Es la primera vez en sus 26 años de pontificado que no lee su mensaje pascual

Miles de fieles han llenado esta mañana desde las primeras horas la Plaza de San Pedro de El Vaticano para asistir a la misa del Domingo de Resurrección. Los asistentes esperaban ver al Papa, que no los defraudó y se asomó a la ventana de su apartamento que da a la plaza e impartió la bendición 'urbi et orbi'. El Pontífice se limitó a saludar con la mano y no dijo una palabra, aunque lo intentó.

Juan Pablo II permaneció en la ventana de su habitación una

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decena de minutos, desafiando el viento reinante en la desapacible mañana romana. Siguió la lectura de su Mensaje Pascual, que leyó en su nombre el cardenal secretario de Estado, Angelo Sodano, en un folio que le entregó su secretario particular y al final intentó hablar.

Sólo pudo emitir un sonido, que no se le entendió y aunque lo intentó de nuevo, tuvo que renunciar a hablar y a bendecir en silencio. Las decenas de miles de personas presentes en la plaza rompieron en aplausos y muchas de ellas lloraron de tristeza al ver el débil estado de salud del Pontífice y el esfuerzo realizado.

El su Mensaje Pascual, el Papa advirtió que sobre la Humanidad se cierne el peligro de guerras fratricidas e hizo un apremiante llamamiento a la paz. Juan Pablo II invocó la paz para toda la Humanidad, con la mirada puesta en Tierra Santa, Oriente Medio y Africa, "donde se sigue derramando mucha sangre". En su Mensaje, la primera vez en sus 26 años de Pontificado que no lo lee, denunció que en el mundo se sigue sufriendo y muriendo de miseria y hambre.