El Gobierno recuerda a los alcaldes del PP que deben respetar el derecho de las parejas gays a casarse

Son ya varios los alcaldes del PP que han anunciado que se van a negar a casar a homosexuales. Desde el de Valladolid, al alcalde de Ávila -que dice que negarse a casar a homosexuales es un acto "de buena hombría"-, pasando por el de León o el segundo teniente de alcalde de Valencia. Por ello, en la SER, el secretario de Estado de Justicia, Luis López Guerra, ha recordado a estos ediles que el derecho a casarse "no puede depender de las creencias de cada funcionario".

Mario Amilibia, alcalde 'popular' de León que saltó a las portadas de los periódicos por pasar como gasto al Ayuntamiento un bote de gomina, ha asegurado que se trata de un "error" este tipo de enlaces porque, desde su punto de vista, el matrimonio "está hecho para el hombre y la mujer". Las solicitudes en el Ayuntamiento de León, ha dicho, las derivará a los concejales.

Otros alcaldes que se han mostrado contrarios a casas a personas del mismo sexo son el de Ávila y el de Valladolid. El alcalde pucelano afirmó que una cosa es una competencia para casar a parejas de hecho y otra la obligación a celebrar esos enlaces.

También en Valencia, el segundo teniente de alcalde de Valencia, Miquel Domínguez, ha anunciado que no casará a parejas homosexuales.

"Un gay es una persona tarada"

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Pero el caso más ruidoso es el de Lluís Fernando Caldentey (PP), alcalde de la localidad barcelonesa de Pontons (492 habitantes), que dice que no piensa casar matrimonios homosexuales porque, aunque entiende que han de tener los mismos derechos, para él "un gay es una persona tarada que nace con una deformación psíquica o física".

En declaraciones a RAC 1, Caldentey ha dicho que el matrimonio entre personas del mismo sexo "es inmoral". Considera que es una situación "deforme" porque "lo normal es que las personas nazcan machos o hembras" y como ejemplo, recalcó que es tan antinatural como " dos perros machos haciendo el amor". También dijo que tiene "muy claro" que, si una pareja de gays o lesbianas le piden constituir matrimonio les dirá "rotundamente que no".

Horas después, la dirección del PP de Catalunya ha suspendido la militancia y ha abierto expediente disciplinario al alcalde de Pontons, como paso previo a su expulsión.

En el informativo 'Hora 14' de la Cadena SER, el secretario de Estado de Justicia, Luis López Guerra, ha recordado que "los poderes públicos y los ciudadanos están sujetos al derecho", y por lo tanto "los funcionarios deben respetar los derechos de los ciudadanos". Sobre la negativa de algunos alcaldes del PP a celebrar uniones civiles entre personas del mismo sexo, López Guerra decía que este derecho "no puede depender de las creencias de cada funcionario". El secretario de Estado de Justicia ha asegurado en la SER que estas afirmaciones "resultan increíbles".

También ha sido preguntado por esta polémica el fiscal general del Estado. Cándido Conde-Pumpido ha recordado que "las leyes están para ser cumplidas" aunque "en los ámbitos de la conciencia no me meto".

Lo cierto es que el PP está intentando rebajar la polémica. El portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, ha recordado que las leyes están para cumplirlas, y que si los alcaldes no quieren, tendrán que delegar porque hay que reconocer ese derecho.

Gays denuncian el "nulo respeto por la democracia"

La Federación Estatal de lesbianas Gays y Transexuales (FELGT) afirmó hoy que los alcaldes del PP que se han negado a oficiar bodas entre parejas del mismo sexo por sus convicciones religiosas, "demuestran su nulo respeto por la democracia".

"Es evidente que al PP le gustaría que las leyes emanaran de ellos y sólo de ellos pero, afortunadamente para los ciudadanos, la dictadura acabó hace tiempo y ahora las leyes emanan del Parlamento, en el que reside la soberanía popular", destaca este colectivo en un comunicado.

Finalmente, en una salida que supera con creces lo escuchado desde el Vaticano, el arzobispo emérito de Barcelona, Ricard María Carles, ha dicho que si se obedece antes a la ley que a la propia conciencia, "esto lleva a Auschwitz". Para Carles "no eran delincuentes los que hicieron Auschwitz, sino gente a la se forzó o que creyó que tenían que obedecer primero a las leyes del gobierno nazi que a su conciencia".