Reino Unido y Francia bloquean el presupuesto europeo
Los ministros de Exteriores de la UE cierran sin avances la reunión de Luxemburgo
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Los ministros de Exteriores de la Unión Europea celebraron el domingo por la tarde en Luxemburgo una reunión especial para allanar el camino a los líderes comunitarios, que quieren un acuerdo sobre los presupuestos para el periodo 2007-2013 en la cumbre del jueves y viernes en Bruselas. La dura actitud de Reino Unido ha hecho que se instale el pesimismo. En poco más de tres horas, los países miembros se limitaron a reiterar sus posiciones y no lograron ningún avance, según indicaron fuentes comunitarias al término del encuentro. El lunes los ministros analizarán la cooperación de Croacia con el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia de cara a su posible adhesión.
No hubo ningún avance, aunque tampoco se esperaba, según las mismas fuentes, que sin embargo reiteraron su optimismo ante la posibilidad de llegar a un acuerdo en el Consejo Europeo. Según fuentes cercanas a la reunión, el ministro británico de Exteriores, Jack Straw, afirmó que con la actual propuesta de la presidencia luxemburguesa "el cheque -devolución a Londres de parte de su contribución al presupuesto de la UE- sigue siendo necesario" y agregó que la solución "es tan difícil" como resolver el "cubo de Rubik". A su llegada a la reunión, Straw reiteró que no dudarán en usar su derecho de veto "si es necesario" e insistió en que el debate sobre el cheque británico es "el síntoma de un presupuesto que no va bien y no el problema en sí mismo".
La cuestión del cheque británico centró la reunión de los ministros, una devolución de la que Londres se beneficia anualmente desde 1984, por un montante cercano a los 5.000 millones de euros, y que le compensa por el escaso beneficio que el país recibía de las políticas comunitarias, en especial la agrícola. Mientras el resto de los Estados miembros quieren que ese cheque o bien desaparezca o se reduzca gradualmente hasta su desaparición, el primer ministro británico, Tony Blair, dice que sólo negociará esta cuestión si se reabre el acuerdo de 2002 por el que se fijaron hasta 2013 las ayudas agrícolas directas. Pero Francia y España se oponen firmemente a reabrir este capítulo de la financiación comunitaria, que se lleva el 40% de los fondos de la UE, frente al 70 que representaba cuando Margaret Tacher consiguió la compensación para Reino Unido.
La buena disposición de España
Frente a esas posturas, el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, se mostró más conciliador y consideró que debe lograrse "un compromiso justo y un reparto de la carga" y que "todo el mundo debe moverse". Por su parte, Miguel Ángel Moratinos expresó la buena disposición de España para llegar a un acuerdo, aunque advirtió: "Defenderemos nuestras líneas rojas y si no tenemos lo que consideramos que defiende los intereses nacionales, no aceptaremos la propuesta". En estas negociaciones, España quiere encontrar una solución satisfactoria al problema de la pérdida brusca de fondos a partir de 2007 debido a la ampliación de la UE, el año pasado, a diez nuevos países más pobres.