Zapatero defiende una europa de varias velocidades y que cada estado avance "al ritmo que pueda"

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha defendido hoy una Unión Europea que avance en su construcción política "al ritmo al que pueda" cada Estado miembro, es decir, de varias velocidades. Ante el Presidium de la Internacional Socialista, reunido en Madrid, el presidente español esbozó lo que, en su opinión, deben ser los retos de los socialistas y progresistas del mundo en los próximos meses.

Uno de ellos pasa por el Consejo Europeo de esta semana, en el que se debe decidir el calendario de ratificación de la Constitución Europea tras el rechazo de Francia y Holanda, y el de la negociación de las perspectivas financieras.

El presidente español alertó de que la Unión Europea debe "incrementar su fortaleza política y su peso exterior en el conjunto del mundo y de las relaciones internacionales".

Para ello, debe avanzar su proceso de integración. "Al ritmo al que pueda cada uno de los países para que nadie se quede atrás, pero la Unión Europea tiene que seguir avanzando, tenemos que hacer que sea útil y que funcione". Eso, en un mundo abierto que exige economías competitivas pasa, en su opinión, por una apuesta decidida por el crecimiento económico y por la agenda de Lisboa como "único camino para disfrutar de un modelo social".

Rodríguez Zapatero lanzó además otro mensaje para los demás mandatarios europeos, al decir que cada uno deberá defender en el Consejo los intereses de su país, pero deben pensar también "en los millones y millones de ciudadanos del mundo que estarán mirando a la Unión Europea".

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La UE contra la pobreza

Los mandatarios europeos deben recordar, dijo, que la UE es la institución mundial que impulsa con mayor fuerza la lucha contra la pobreza, la más comprometida con el desarrollo y "el factor de paz más importante".

"Tenemos que salir esta semana del Consejo Europeo pensando no sólo en cada uno de los gobiernos, no sólo en los ciudadanos europeos, sino lanzando un mensaje al mundo que confía en el proyecto que representa la Unión Europea". En este sentido, el presidente español se felicitó por el acuerdo alcanzado en el G-8 para condonar la deuda de los países más pobres, pero añadió que "no es suficiente" y abogó por adquirir compromisos concretos a plazo fijo para impulsar el desarrollo mundial.

El otro espacio geopolítico en el que Rodríguez Zapatero puso el foco en su intervención fue América Latina, de la que dijo que vive un momento "apasionante", marcado por la esperanza puesta en las mayorías progresistas pero también con las sombras de problemas estructurales emanados de la debilidad democrática y de la pobreza endémica.

Con ese panorama, dijo que la UE debe actuar en una doble dirección: acelerar la integración regional y cohesión territorial, y convencer a los mandatarios de que la consolidación de la democracia pasa por la erradicación de la pobreza, y el reconocimiento de la diversidad cultural.

España, dijo, trabaja para mejorar las condiciones financieras de los países más necesitados, reforzar la cooperación por vías como, por ejemplo, el intercambio de educación por deuda, y el impulso a las tecnologías.