Internacional

Un informe vincula los atentados del 7-J a la guerra de Irak

Aumenta a 56 la cifra de muertos tras el atentado

La participación británica en las guerras de Irak y Afganistán contribuyó a los atentados terroristas del pasado 7 de julio en Londres. Es la conclusión que expertos en terrorismo y seguridad británicos han publicado en un informe independiente que contradice al primer ministro, Tony Blair. Además hoy las autoridades británicas han aumentado la cifra de muertos tras el atentado a 56 al identificar un nuevo cadáver.

Publicado por Chatham House afirma, además, que la invasión de Irak ha puesto en mayores aprietos al Reino Unido y al conjunto de la coalición antiterrorista.

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La publicación del documento alienta la polémica que se está produciendo en el Reino Unido sobre las causas del atentado. Desde la izquierda del propio Partido Laborista se acusan a Blair de haber llevado al país a una guerra ilegal con consecuencias desastrosas para todo el mundo, como ha manifestado la laborista y ex ministra para el Desarrollo, Clare Short.

Sin embargo, los autores del informe, Frank Gregory, de la Universidad de Southampton, y Paul Wilkinson, de la de St. Andrews, afirman sin ambages que "el Reino Unido está expuesto a un riesgo mayor de ataque terrorista por ser el más íntimo aliado de Estados Unidos".

Afirman que el ataque a Irak ha fomentado actividades de "propaganda, reclutamiento y recaudación de fondos" de la red terrorista de Al Qaeda. También aseguran que el 'seguidismo' británico con respecto a la política de Washington "ha tenido un costo elevado en vidas de soldados británicos y por el daño infligido a la propia lucha antiterrorista".

Falta de previsión

Entre sus conclusiones, el informe critica además la falta de previsión de las autoridades británicas, que no dieron prioridad al peligro terrorista islámico hasta finales de la década de los 90.

Hasta entonces, los grupos sospechosos no eran considerados como una amenaza para el país y se les permitía así actuar con "relativa impunidad" en suelo británico.

Alerta por armas químicas

Los autores del informe dan, además, la voz de alarma al señalar que los terroristas "tratan desesperadamente de hacerse con armas químicas, biológicas, radiológicas, bacteriológicas y, a ser posible, incluso nucleares".

"Su historial indica que no tendrían el mínimo escrúpulo de utilizar ese tipo de armas" para causar el mayor número de víctimas civiles, advierten.

Blair, en desacuerdo

Este fin de semana, el primer ministro británico insistió en que los atentados nada tienen que ver con la guerra de Irak, sino que se inscriben en una estrategia de un grupo de fanáticos decididos a imponer al mundo "su ideología del mal".

Siguiendo a Blair, el ministro de Defensa, John Reid, asegura que los terroristas están dispuestos a "matar a cualquier que se interponga en su perversa ideología" y critica el informe por no presentar alternativas. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw, rechazó que el apoyo británico a EEUU en Irak hubiera puesto en peligro al Reino Unido, recordando que el atentado del 11-S en Nueva York fue cometido antes de las guerras en Afganistán e Irak.

Jack Straw, ministro de Exteriores británico: "El tiempo para las excusas al terrorismo ha terminado, los terroristas han golepado a todo el mundo"

Rime Allaf, escritora: "No hay duda de que el papel británico en Irak ha fortalecido la red de Al Qaeda y ha contribuido a convertirse en objetivo terrorista"