El Ayuntamiento de Nueva York saca a la luz los testimonios de testigos del 11-S
'The New York Times' intentaba desde hace 3 años y medio obtener estas historias
El Ayuntamiento de Nueva York hizo públicas hoy más de 12.000 páginas de testimonios, incluidas 15 horas de transcripciones radiofónicas, de bomberos y equipos de emergencias que el 11 de septiembre de 2001 fueron testigos de excepción del derrumbe de las torres gemelas.
Tres años y medios de lucha legal le ha costado al rotativo The New York Times -apoyado por familias de los fallecidos- obtener dichas transcripciones e historias narradas en primera persona en virtud de la ley de Libertad de Información, ante la oposición del Ayuntamiento de la ciudad.
Más información
- La juez de EEUU que juzga a Moussaoui suspende el juicio ante posibles irregularidades del Gobierno
- El único imputado por el 11-S desvela que debía estrellar otro avión contra la Casa Blanca
- El único acusado por el 11-S puede ser condenado a la pena de muerte
- El presunto <I>cerebro</I> del 11-S admite ser responsable de los atentados
- La 'Torre Libertad' ocupará el lugar del World Trade Center
- La estación del nuevo World Trade Center de Nueva York llevará el sello de Calatrava
Los testimonios podrían esclarecer en muchos casos episodios oscuros de la jornada, sobre todo los relativos a la evacuación de la torre sur, en la que quedaron atrapados 340 bomberos sin que se haya podido aclarar del todo las causas.
Según los familiares de las víctimas, dichos testimonios podrían poner en evidencia la versión oficial de los hechos y poner de relieve que en algún caso se podrían haber evitado muertes. Los testimonios recogidos pertenecen a 503 bomberos y personal de emergencias presentes durante la catástrofe.
Las historias personales, algunas de las cuales filtradas ya a The New York Times, revelan falta de coordinación entre los efectivos y fallos en las redes de comunicación que pudieron ser la causa de que algunos de los bomberos no escucharan las órdenes de salir de la torre antes de su derrumbe.
El Ayuntamiento de Nueva York justificó su negativa a hacer públicos dichos documentos porque las autoridades federales habían advertido de que su publicación podría impedir la persecución de Zacarias Moussaoui, reconocido miembro de Al Qaeda e implicado en los atentados.