Los expertos "no ven indicios" de ataque al helicóptero español derribado en Afganistán

El ministro de Defensa, José Bono, quien se encuentra en Afganistán al frente de un equipo de forenses, investigadores y de jurídicos militares encargados de identificar y repatriar a los 17 militares muertos ayer, ha informado al presidente de Gobierno que los expetos "no ven indicios" de que el helicóptero sufriera un ataque externo.

Una vez iniciados los trabajos de investigación en el lugar del sinietro, a unos 20 kilómetros de la ciudad de Herat, los expertos consideran como "hipótesis más probable" que el aparato se estrellara a causa de los "vientos fuertes y racheados" que había en la zona.

No obstante, Bono insistió en su conversación con Zapatero, a través de videoconferencia, en que, de momento, no se puede descartar ninguna hipótesis sobre la causa del siniestro.

Además, el ministro señaló que está previsto concluir los trabajos de identificación de los cadáveres en un periodo de 72 horas. Sin embargo, muchas de estas identificaciones deberán realizarse en Madrid, a través de pruebas de ADN, debido al mal estado en el que han quedado algunos cuerpos.

Estos trabajos serán realizados dentro del protocolo aprobado el pasado 30 de diciembre por el Gobierno para evitar situaciones como la del Yakolev-42. Los forenses deberán cotejar la identidad mediante tres observaciones:

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En primer lugar, por los indicios materiales que encuentren en la zona del siniestros, como podrían ser los documentos o las chapas de identidad de los fallecidos. En segundo lugar, la identificación se debe verificar también a través de testimonios personales, como podrían ser los de sus propios compañeros en la base española de Herat. Y, en tercer lugar, el reconocimiento de los fallecidos se deberá practicar mediante análisis médicos forenses que consisten en estudios de ADN, el cotejo de huellas dactilares o la comprobación de identificadores oseos como son, de hecho, las radiografías de los dientes.

Las autoridades afganas también intervendrán en este proceso aunque su capacidad organizativa está limitada por la situación que vive el país.

Una vez hayan sido trasladados a Madrid, el proceso de identificación continuará y los familiares dispondrán de dos días, si así lo desean, para realizar nuevas comprobaciones sobre la identidad de su familiar.

Justicia militar o Audiencia Nacional

En todo momento, la actuación de los especialistas estará controlada por el juez. Si se trata de un accidente, la justicia militar interviene como garante del protocolo. Si, por el contrario, se trata de un ataque exterior, de un atentado, las competencias de la investigación pasarán a la Audiencia Nacional que también dará los permisos de inhumación.

Una vez realizada la correcta identificación, llegarán los funerales de Estado y la inhumación de los militares que no se realizará hasta haber completado los procedimientos médicos forenses.