Internacional

Más de un millar de peregrinos chiíes mueren en una estampida en un puente de Bagdad

Una estructura del puente que atravesaban se derrumbó

El presidente iraquí, Yalal Talabani, ha acusado al terrorista jordano Abu Musab al-Zarqaui, jefe de Al Qaeda en Irak, de la mayor tragedia ocurrida en el país desde la guerra. Según el último balance oficial, 1.030 peregrinos chiíes perdieron la vida ayer al provocarse una estampida durante una peregrinación religiosa. Al parecer, un ataque de mortero que causó la muerte de siete fieles hizo que se propagara el rumor de que entre los peregrinos había un suicida, lo que causó una avalancha humana que tuvo sus consecuencias más trágicas en un puente sobre el Tigris, donde se produjeron la mayor parte de los muertos, aplastados o ahogados al caer al río.

A las víctimas mortales, en su mayoría mujeres y niños, hay que añadir 322 heridos, según los últimos datos facilitados por Interior. Fuentes médicas han indicado, por su parte, que muchos de los heridos presentan lesiones extremadamente graves y que existe un importante número de desaparecidos, por lo que no se descarta que la cifra de víctimas aumente en las próximas horas.

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Pánico

El pánico se apoderó de los peregrinos después de que algunos de ellos alarmaran al resto de que un terrorista suicida iba a inmolarse en medio de la manifestación religiosa. El temor a morir se apoderó de los fieles que cruzaban un puente para dirigirse a la mezquita de Kazemiya, el tercer santuario más sagrado del chiísmo en Irak. Cientos de ellos se empujaron entonces hacia la valla metálica del puente, momento en que cedió y decenas de personas se precipitaron al río Tigris, han explicado fuentes policiales. Algunos se tiraron voluntariamente al agua presas del pánico, pero muchos perecieron al ser aplastados durante la estampida. Los ancianos murieron en el acto y otros fallecieron ahogados en el río. Numerosas barcas intentan recuperar las decenas de cadáveres que continúan en el Tigris, añadieron las fuentes.

Primeras reacciones

El ministro iraquí de Sanidad, Abdel Mutaleb Mohamed Alí, ha responsabilizado a sus homólogos del Interior y de Defensa de lo ocurrido y les ha pedido públicamente la dimisión. El titular de Sanidad pertenece al entorno del clérigo radical chií Múqtada al Sáder, cuyas milicias se enfrentaron con los grupos armados de los chiíes moderados del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en los días previos a la aprobación del borrador de la Constitución iraquí. Al Sáder y sus seguidores se oponen al actual borrador de la Carta Magna y se acercan más, en algunas reivindicaciones, a la comunidad suní.

El ministro del Interior, Bayane Baqer Sulagh, pertenece al Consejo Supremo de la Revolución Islámica, partido chií del Gobierno dirigido por Abdel Aziz Hakim. Por su parte, el ministro de Defensa es el suní Saadún al-Dulaimi.

La peregrinación chií de Musa Al-Kazem es una de las más populares y multitudinarias de Irak, recuperada con fervor después de años de estar prohibida por la tiranía del depuesto Sadam Husein, cuando los suníes estaban al poder. Desde primeras horas del martes, miles de fieles se apiñaban en largas colas para llegar a la mezquita de cúpula dorada, ubicada en uno de los barrios chiíes más poblados de la capital.

Las tensiones entre chiíes y suníes, así como las luchas intestinas entre la comunidad chií, se han acrecentado a raíz de la disputa por el borrador de la Constitución iraquí. El pasado día 28, chiíes y kurdos sacaron adelante el borrador constitucional sin la aprobación de los suníes, quienes no ven reflejados en la Carta iraquí sus derechos e intereses. Los suníes advirtieron entonces de que el contenido actual del borrador, de ser aprobado en el próximo referéndum, no haría más que aumentar la violencia e incluso podría generar una guerra civil.