AI denuncia la desprotección policial de las inmigrantes maltratadas
Piden a Interior que retire la orden a sus agentes de averiguar la situación administrativa de este colectivo
Amnistía Internacional (AI) y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) han denunciado hoy que las mujeres extranjeras víctimas de malos tratos y sin papeles sufren desprotección policial, por el miedo a ser expulsadas de España.
Estas asociaciones se muestran contrarias al mandato, por parte del Ministerio del Interior, de que los agentes averigüen la situación administrativa de estas víctimas de violencia de género y comiencen las actuaciones pertinentes de ser irregular.
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AI y CEAR denuncian que esta situación discriminatoria se extiende hasta el punto de no tener acceso a refugios o pisos tutelados, ni a las ayudas económicas previstas en la Ley Integral de medidas contra la Violencia de Género.
Instrucción policial
Sobre la instrucción del Ministerio del Interior, la responsable del área de Mujeres de AI, María Naredo, habló sobre la posibilidad de obtener permiso de residencia por motivos excepcionales, recalcando que para ello es imprescindible interponer una denuncia, obtener una orden de protección y que se condene al agresor.
Sin embargo, aclaró que sólo una cuarta parte de las mujeres que hacen esta solicitud reciben la orden de protección por parte de un juez. Además, el 57% de las denuncias por malos tratos o bien son archivadas o acaban con la absolución del acusado. Naredo denunció que : "La Policía actúa primando el control de extranjería, frente a la atención a la mujer maltratada", mientras que Mónica López, responsable de Planificación de CEAR, habló de la "dilación de los permisos de residencia" por motivos excepcionales a causa de los malos tratos.
Adjuntan casos reales
Por último, hay que destacar que Amnistía Internacional y CEAR adjuntaron a su denuncia algunos casos reales como son los de Irina y S.D.M. Irina era una mujer rusa, residente en Málaga, que sufría malos tratos por parte de su pareja. Se personó en más de 13 ocasiones en los servicios sociales, pero jamás reunió el valor para denunciar, por miedo a ser expulsada del país. Finalmente fue asesinada el 28 de abril de 2004 junto a su bebé de ocho meses, según estas organizaciones.
En el caso de la mujer que respondía a las iniciales S.D.M., se trataba de una argentina que vivía en Madrid de forma irregular. El pasado septiembre la Policía fue llamada por sus vecinos, ya que estos escucharon gritos porque su pareja la amenazaba con un cuchillo. La víctima tampoco contó nada de lo ocurrido a la Policía y pese a "la existencia de signos de violencia", tenía la cara llena de hematomas, el agente dio el tema por zanjado y se centró sólo averiguar su situación de residencia administrativa.
