Sarkozy utiliza la ayuda contra ETA para recriminar a Zapatero sus críticas sobre la inmigración en Francia

El ministro francés del Interior, Nicolas Sarkozy, utilizó la colaboración de Francia en la lucha contra ETA para recriminar las críticas de Rodríguez Zapatero en el Congreso al modelo de inmigración de Francia. Estas palabras del presidente eran respuesta, a su vez, del reproche de Sarkozy al proceso de regularización llevado a cabo en España en 2005. "No doy lecciones a nadie ni tampoco me gusta que me las den", ha afirmado el ministro galo en Madrid.

Sarkozy se ha manifestado en un tono muy duro contra las palabras que pronunció el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, durante la sesión de control del miércoles, en las que aseguró que "si lo que algunos países quieren dar es una lección de su política créame que a este Gobierno no le vale, no le vale lo que pueda decir por ejemplo el ministro de Interior francés después de lo que hemos visto que ha pasado en los barrios de París" (en referencia a los disturbios de verano de 2005).

El ministro galo se mostró "asombrado" por esas declaraciones, que enmarcó al "fragor del debate parlamentario". Señaló que "no doy lecciones a nadie ni tampoco me gusta que me las den", en contestación a estas palabras. Sin embargo, Sarkozy no ha perdido la ocasión y ha recordado que "la solidaridad de Francia en la lucha contra ETA nunca ha tenido en cuenta los cambios de Gobierno en España y siempre ha estado al lado de España".

Sarkozy ha vuelto a reprochar la política de inmigración desarrollada por el Ejecutivo socialista. "Una persona regularizada en España tiene derecho a entrar en Francia, así que no es raro que decidamos juntos, eso es Europa". Insistió en rechazar las regularizaciones masivas, "que no son una solución" y "llevan consigo un efecto llamada".

Sin embargo, todo no han sido críticas y el ministro de Interior y previsible candidato de la derecha en las presidenciales de Francia ha apoyado la propuesta de su homólogo español, Alfredo Pérez Rubalcaba, para que los procesos de repatriación se hagan entre los Veinticinco.