Internacional

Sadam Husein, condenado a morir en la horca por un tribunal de Irak

En un juicio por una matanza de chiíes en el año 1982

El depuesto presidente de Irak, el dictador Sadam Husein ha sido condenado a la pena de muerte en la horca por crímenes contra la Humanidad, según ha dictado el tribunal especial iraquí. Husein había manifestado que, si era ejecutado, prefería hacerlo ante un pelotón de fusilamiento, petición que ha sido desoída. Tras ser condenado, Sadam, visiblemente agitado y con un Corán en la mano, gritó: "Alahu Akbar" ("Alá es grande"). Sadam ha sido condenado por "crímenes contra la Humanidad" perpetrados en la matanza de 148 chiíes de 1982.

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Vestido con un traje negro y camisa blanca, el ex dictador no bajó en ningún momento los ojos al suelo ni dio muestras de abatimiento durante la lectura. "Viva el pueblo", "viva la Nación", "Abajo los agentes", "Sois parte de la ocupación", "Para nosotros la vida y para los enemigos la muerte", fueron algunos de los gritos con los que Sadam intentaba tapar la voz del magistrado.

Todas incidencias pudieron contemplarse a través de las imágenes servidas por la televisión iraquí, pero algunas secuencias, supuestamente las más polémicas, fueron borradas del circuito controlado a través del cual se retransmitió la sentencia, y que además se efectuó en diferido, con algunos minutos de desfase con respecto al tiempo real.

Esta condena a muerte llegó horas después de entrar en vigor un toque de queda por tiempo indefinido en Bagdad, la capital de Irak, y varias provincias por el temor a manifestaciones y disturbios de partidarios del depuesto presidente iraquí.

Otros dos condenados a muerte

Un tribunal especial ha juzgado a Sadam y a siete de sus colaboradores. Barzan al Tikriti, hermanastro de Sadam y ex jefe de los servicios secretos, también será ejecutado. Al Tikriti será el tercero, junto a Sadam y a Awad Hamad al Bandar -jefe del tribunal revolucionario que en 1982 condenó a muerte a 148 chiíes por haber participado en un atentado fallido contra Sadam- condenado a morir en la horca en fecha aún no precisa.

El otro preboste del régimen que era juzgado, Taha Yasín Ramadán (vicepresidente de la república), ha sido condenado a cadena perpetua.

Otros tres acusados -Ali Dayeh, Abdallah Kadum Ruweied y su hijo Nezhar Kadum, todos ellos altos dirigentes del partido Baaz en el momento de los hechos juzgados (1982)- han sido condenados a 22 años de cárcel por dos delitos distintos de "asesinato de 148 personas" y por "ayudar a conocer el paradero de las 148 personas". Sólo uno de los acusados, Mohamed al Azawi, ha sido declarado inocente.

Los defensores de Husein han señalado que el juicio ha sido una farsa y que los jueces estaban manipulados.

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