El Papa afirma que la Iglesia no quiere imponer nada
La visita ha concluido con el saludo del Papa a la pequeña comunidad católica turca en la catedral del Espíritu Santo
Benedicto XVI ha terminado hoy su viaje de cuatro días en Turquía con una misa en la Catedral del Espíritu Santo de Estambul, donde ha afirmado que la Iglesia no quiere imponer nada y sólo pide la libertad religiosa. La visita ha concluido con el saludo a la pequeña comunidad católica desde la catedral del Espíritu Santo.
A la ceremonia asistieron además el patriarca Ecuménico de Constantinopla Bartolomé I, el armenio Mesrob II y el metropolita sirio ortodoxo, Fluksinos Yusuf Cetin. Durante el acto se dio espacio también a otros ritos católicos, con cantos y símbolos de la tradición armenia, caldea, aramea y siria.
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Durante la homilía, el Papa recordó que "la Iglesia no quiere imponer nada y que simplemente pide que la dejen vivir libremente y expresar lo que no puede esconder: Cristo". La ocasión de hoy ante los representes de las otras confesiones cristianas y la comunidad católica sirvió al Santo Padre para animar nuevamente al camino de la unidad entre cristianos.
Benedicto XVI recordó que Juan Pablo II en esta misma catedral durante su viaje en 1979 deseó que con el nuevo milenio "la Iglesia encontrase su unidad", pero "esta esperanza aún no se ha realizado", dijo. "El deseo de Juan Pablo II nos anima a poner el ecumenismo en el primer lugar en nuestras preocupaciones eclesiales", afirmó Benedicto XVI.
El Papa señaló que en este mundo los hombres "muestran dificultades para dividir los bienes de la tierra" y expresó su preocupación por "la escasez de agua, un bien de vital importancia para la vida y el cuerpo". Antes de la misa, el Papa inauguró una estatua de Juan XXIII, que como cardenal fue delegado apostólico en Turquía, en el patio exterior de la Iglesia y liberó algunas palomas blancas.
En el patio del templo también se encuentra una estatua de Benedicto XVI, que fue realizada por los turcos en 1919, y bajo la que se puede leer: "Al gran Pontífice de la tragedia mundial, benefactor de los pueblos sin distinción de nacionalidad o religión".
Este fue el último acto durante la estancia del Papa en Turquía, que regresará a Roma en un avión de la Turkish Airlines.