Tres etarras niegan en el juicio del 11-M "cualquier" relación con el atentado o sus autores
Gorka Vidal, Irkus Badillo y Henri Parot responden a las preguntas de la defensa de Jamal Zougam
Madrid
"No tengo nada que ver con el 11-M ni con los islamistas. Yo no tenía que estar aquí". Con estas palabras ha negado el etarra Gorka Vidal cualquier relación con los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Vidal y su compañero Irkus Badillo, integrantes de la llamada Caravana de la muerte, detenidos el 28 de febrero de 2004 en Cañaveras (Cuenca) con una furgoneta con media tonelada de explosivos, han negado conocer a cualquiera de los islamistas acusados en el 11-M o cualquier relación con los hechos.
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Ambos han sido citados a declarar a petición de la defensa de Jamal Zougam y ambos, en un tono displicente, han dicho no saber o no recordar nada sobre las preguntas que les han hecho, salvo si conocían a Jamal Zougam, cosa que ambos han negado. Cuáles eran las rutas que siguieron cuando viajaban a Madrid con la furgoneta cargada de explosivos, de dónde salieron y a dónde iban, si tuvieron contacto con otros etarras durante el viaje, les ha preguntado el abogado. "No sé" o "no recuerdo" han sido las respuestas, sin demasiado interés en colaborar.
Llamado al orden por el juez para que mostrara "decoro, aunque le haga mucha gracia", Vidal ha protestado: "Yo no tendría que estar aquí. No tengo nada que ver con el 11-M o los islamistas". Y no hay más preguntas para Vidal.
Se llama a declarar a su compañero, Irkus Badillo, también detenido en Cañaveras con la furgoneta cargada de explosivos. La misma actitud. "No tengo ninguna relación con ningún islamista", ha declarado Badillo. "No, no tengo nada que ver con esos hechos", ha añadido a las preguntas de la defensa de Jamal Zougam, negando igualmente tener relación con ninguno de los presuntos autores del atentado.
A continuación ha declarado el etarra Henry Parot, que cumple desde 1990 una condena de 5.000 años por 26 asesinatos y atentados. Ha negado conocer Abdelkrim Bensmail, amigo y compañero de armas de Allekema Lamari, uno de los siete suicidas de Leganés. Bensmail, condenado como miembro del Grupo Islámico Armado, tenía en su poder una nota que rezaba: "Iragi Gurrutxaga, Harriet; Paro, Unai Córdoba, Carretera de Sevilla Madrid, km 391 Apdp. 14000 Alcolea". Es decir, los nombres de los dos etarras y su dirección en la cárcel de Córdoba. Parot ha negado cualquier relación de ETA con los atentados; preguntado sobre si en la cárcel ha tenido contacto con presos islamistas, ha dicho no tener constancia, aunque ha reconocido que se relacionaba con varios reclusos.
Testigos
Antes de los etarras, cuya comparecencia era lo más esperado del día, han declarado varios testigos con mayor o menor relación con los acontecimientos de aquellos días. Uno de ellos ha sido el guardia civil que el 29 de febrero de 2004 paró el Toyota Corolla que conducía Jamal Ahmidan en la provincia de Burgos, cuando el islamista bajaba a Madrid desde Asturias con explosivos. Le multó por exceso de velocidad y otros motivos.
Nada, sin embargo, le llamó demasiado la atención, por lo que no procedió a registrar el coche, pese a estar repleto de dinamita. Fue bastante después, tras los atentados, cuando, citado por la Audiencia, supo que el hombre al que había multado era 'El Chino'.
Otro testigo ha sido Pablo Álvarez Moya, un conocido "de copas" del ex minero José Emilio Suárez Trashorras que ha relatado un viaje que hizo con él a Madrid, para "hacer un regalo a un amigo de Emilio". En ese viaje, conoció Álvarez al confidente Rafa Zouhier y vio a otros "chicos" con los que se reunió Trashorras en un Mc'Donalds.
Después ha declarado Juan Manuel Olbiols, el testigo 345, que tuvo la mala idea de llamar a Telemadrid el domingo después de los atentados para preguntar si "iban a dar alguna información especial sobre lo que estaba pasando esos días" y que fue llevado a declarar a la comisaría de Canillas. No sabe por qué le detuvieron, pero le trataron bien y, tras varias horas de interrogatorio, en el que le preguntaban por qué había llamado a Telemadrid, fue puesto en libertad.
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