Bush podrá vetar a partir del próximo martes la ley que ordena la retirada de Irak
La legislación ha sido aprobada por la mayoría demócrata tanto en el Senado como en la Cámara
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, tendrá sobre su mesa el próximo martes el proyecto de ley que establece la retirada de Irak, según fuentes demócratas. Ese día se cumplen cuatro años de la triunfalista declaración del presidente anunciando el fin de la guerra. La portavoz de la Casa Blanca insistió ayer en que Bush vetará el proyecto, aunque no dijo cuándo. Los demócratas ya planean qué estrategia seguir una vez que el presidente actúe.
La llamada Ley de gastos militares, votada por las dos cámaras del Congreso, aprueba una dotación de 124.000 millones de dólares para la guerra de Irak.
Más información
- EE UU lanza una ofensiva al sur de Bagdad y admite haber perdido nueve soldados
- Un terrorista suicida mata a 15 personas durante un funeral en Irak
- Bush vetó el proyecto de ley para la retirada de las tropas de Irak
- Republicanos y demócratas llegan a un acuerdo sobre inmigración
- Los aspirantes demócratas coinciden en la retirada de Irak en un primer cara a cara
- Bush vetara todos los proyectos de ley que aprueben los demócratas sobre presupuestos de guerra
- La Cámara de EEUU aprueba la retirada de las tropas de Irak a partir de octubre en contra del criterio de Bush
- El Senado de EEUU aprueba la retirada de las tropas de Irak a partir de octubre de 2007
La disputa es una claúsula que exige la retirada completa de las tropas para el 31 de marzo de 2008, a partir del próximo octubre.
Bush ha dicho que vetará el proyecto en numerosas ocasiones, una facultad que le otorga la Constitución.
La portavoz Dana Perino explicó que, aunque la Casa Blanca comprende la frustración del pueblo estadounidense, Bush "no gobierna con las encuestas y cree que el gobierno iraquí merece el apoyo para lograr la estabilidad".
Sin mayoría para revocar el veto
Los demócratas necesitan una mayoría cualificada de 2/3 en cada cámara para revocar el veto presidencial. Necesitarían al menos el apoyo de 18 republicanos en el Senado y 60 en la Cámara de Representantes.
El escenario más probable es que las cámaras negocien un nuevo proyecto y autoricen a Bush los fondos militares, esta vez sin exigir la retirada pero con exigencias más duras para que el Gobierno iraquí tome el control cuanto antes.
Algunos diputados demócratas influyentes en asuntos militares han advertido del riesgo que corren las tropas sin nueva financiación. Prefieren mantener la presión sobre la Casa Blanca a través de otra legislación menor.