Los islamistas tenían 312,5 kilos de explosivos robados en Asturias

Madrid

La 41ª jornada del juicio que se sigue en la Audiencia Nacional por los atentados del 11 de marzo ha tenido como protagonista una mochila, la de Vallecas. Se trata de la primera pista que condujo a los supuestos responsables de la matanza y que ha sido utilizada por los conspiranoicos para tratar de sembrar dudas en toda la instrucción sumarial. Los peritos encargados de realizar el análisis comparativo de esta prueba señalaron que la bolsa de deportes era prácticamente idéntica a la que les fue entregada como patrón de referencia. La Guardia Civil estima en 312,5 kilos los explosivos con los que contaban los islamistas después de robarlos de Mina Conchita.

Los expertos de la Guardia Civil que investigaron el traslado de explosivos desde Asturias hasta Madrid indicaron que, según sus estimaciones, la cantidad total de dinamita con que contaban los miembros de la célula terrorista eran 312,5 kilos. Los dos peritos concretaron que para realizar estos cálculos realizaron pesajes tras la localización de las mochilas y bolsas adquiridas por Jamal Ahmidan, alias El Chino y otros miembros de la célula en el Carrefour de Avilés el fin de semana en que se produjo el robo de dinamita en Mina Conchita.

A esto hay que sumar los explosivos transportados por los acusados Sergio Álvarez y Antonio Iván Reis y el menor conocido como El Gitanillo -ya condenado- desde Avilés hasta Madrid. Los peritos descartan que los jóvenes llevaran hachís (tal y como ellos afirman que les dijo José Emilio Suárez Trashorras) ya que éste tiene menor densidad que los explosivos -pesaría menos- y tiene un olor particular que los imputados no detectaron.

La 'mochila de Vallecas' era idéntica al patrón

La otra prueba analizada hoy ha sido la 'mochila de Vallecas', una de las trece bombas depositadas en los trenes de Madrid que no estalló aquella mañana del 11 de marzo de 2004. Después de un periplo por varias comisarías y por el centro Ifema, la bolsa acabó en el centro policial de Puente de Vallecas (de ahí su sobrenombre) y se comprobó que contenía explosivo, detonadores y un móvil que falló en su cometido. La pericia de un agente de los Tédax permitió recuperar su contenido y abrió la investigación hacia los supuestos culpables de los atentados que hoy se sientan en el banquillo.

Según los peritos, la bolsa desactivada y el patrón de referencia analizado únicamente diferían en el hilo de costura utilizado en las guarniciones de las bolsas, que en un caso era de poliester negro y en el otro azul.

También investigaron la bolsa de basura localizada en la furgoneta Renault Kangoo y que contenía detonadores y un cartucho de Goma 2 ECO, que era similar en composición y comportamiento a dos localizadas en la casa de la calle Carmen Martín Gaite de Leganés, donde se suicidaron siete terroristas integristas el 3 de abril de 2004.

Un millón de euros

De las 23 acusaciones particulares y populares en el juicio, 22 solicitarán en su informe final indemnizaciones de un millón de euros por cada víctima mortal de los atentados, tras acordar retirar su reclamación de responsabilidad civil del Estado por la masacre. El abogado de la Asociación Ayuda a las Víctimas del 11-M ha señalado que antes de tomar su decisión definitiva lo consultará con sus clientes.

Si los acusados que sean condenados no pueden hacer frente al pago de esas indemnizaciones por ser insolventes, los abogados tratarán de que les sean abonadas a través de la Ley de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo. De esta forma, sólo la acusación particular que representa a dos víctimas chilenas y que pedía la responsabilidad directa del Estado por los atentados ha tomado en firme la decisión de retirar esa solicitud.