Hamás se va adueñando de todo Gaza
Israel alerta del peligro para la región y Hamás da un ultimátum de dos días a Al-Fatah para que deponga las armas
Las milicias del Movimiento de Resistencia Islámica, Hamás, se han ido adueñando en las últimas horas de toda Gaza, donde ya sólo la capital ofrece resistencia, una situación que alarma a los nacionalistas y a Israel que ha alertado del peligro que supondría un régimen islamista en la franja.
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Los islamistas completaron esta madrugada la ocupación de los cuarteles generales de los nacionalistas en el norte de la franja, y pugnan ahora por tomar el control de los del centro de la capital. También tomaron el cuartel general de los organismos de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina. En esta operación murieron 21 combatientes. Desde que se recrudeció la lucha interna en Gaza, el domingo pasado, han muerto casi 60 personas.
Hamás ha dado un ultimátum de dos días a las fuerzas de seguridad leales a Al-Fatah para que depongan las armas y entreguen todas sus bases en Gaza. Al-Fatah, por su parte, ha dado un plazo de 12 horas a sus rivales para cesar los ataques en la franja; caso contrario, tomarán represalias en su feudo de Cisjordania.
Ejército israelí, en Cisjordania
Las posibilidades de represalias en Cisjordania, sin embargo, están limitadas por la presencia del Ejército de ocupación israelí, una de las razones por las cuales la violencia no se ha propagado hasta ahora a otros territorios palestinos, más allá de algunos secuestros, indicaron fuentes de Al-Fatah.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha dejado claro de momento que no piensa intervenir en un conflicto interno, pese a lo mucho que le preocupa el que Hamás pueda hacerse con el poder absoluto en Gaza: "Si la franja termina cayendo en manos de Hamás eso tendrá una gran repercusión regional".
Olmert se ha pronunciado a favor del despliegue de una fuerza internacional en la frontera de Gaza con Egipto, pero únicamente para impedir el tráfico de armas.
Ataque centrado en Al-Fath
En Gaza e Israel se interpreta el hecho de que, contrariamente a ocasiones anteriores, los islamistas no estén atacando al territorio israelí en paralelo como una señal de que esta vez se centran en la lucha contra Al-Fatah porque se sienten seguros de ganar.