Los precios subieron un 1,3% en el mes de octubre

El Instituto Nacional de Estadística ha confirmado el mal dato previsto para el Índice de Precios al Consumo (IPC) en octubre. Y es que el mes pasado la inflación anual se situó en el 3,9 por ciento, nueve décimas más de como estaba un mes antes. Esto tras subir los precios, en sólo un mes, el 1,3 por ciento. Se trata del peor dato del año y los precios no estaban tan altos desde agosto de 2006.

Las razones de este mal dato de la inflación se encuentran en el aumento de los carburantes y los combustibles, que en el mes de octubre subieron un 1,3 por ciento, cuando el año pasado habían tenido una importante bajada. Estos dos productos llevan acumulados durante este año una subida del 8,9 por ciento.

Otra subida esperada era la del precio de los alimentos elaborados: la leche ha subido un 12 por ciento en octubre (25 por ciento en lo que va de 2007); el pan ha subido cerca del 5 por ciento en este mes pasado. Aparte de esto, en octubre subieron un 9 por ciento el vestido y el calzado, pero se debió al comienzo de la temporada, después de un periodo de rebajas, y en lo que llevamos de año la ropa y los zapatos han bajado de precio el 1 por ciento.

Análisis de los datos en la Cadena SER

En los micrófonos de la Cadena SER, Juan Iranzo, director del Instituto de Estudios Económicos, ha resaltado lo negativo del dato. En primer lugar, porque supone una "pérdida de competitividad de la economía española frente a sus competidores europeos", al situarse la inflación de nuestro país un punto por encima de la media. También es malo porque supone "una pérdida del poder adquisitivo de los asalariados". Y, por último, "incrementará el gasto público", al considerar este experto que se mantendrá en los próximos meses, que se utilizan como referente para compensar las pensiones, y que supondrá "2.000 millones de euros a las arcas públicas".

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Por su parte, Carlos Maravall, responsable de análisis macroeconómicos de Analistas Financieros Internacionales, ha enmarcado esta inflación en "un fenómeno europeo", que debe ser controlado no tanto por el Gobierno español como por las autoridades de la Competencia de la Unión Europea. Iranzo, sin embargo, considera que tanto el Ejecutivo central como los Gobiernos autonómicos deberían desarrollar una política "austera" de gasto público y evitar la "gran dependencia" que hay con el petróleo y el gas.