La ONU alerta sobre el aumento de la muerte de civiles en Afganistán
Este año 1.445 civiles afganos han muerto en los primeros ocho meses de 2008, lo que supone un incremento del 39% frente a 2007
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, expresó su grave preocupación y pidió responsabilidades por esta cifra, que incluye a los civiles muertos tanto por los ataques de los rebeldes talibanes como por las fuerzas pro gubernamentales afganas y los bombardeos de la fuerza internacional.
Un total de 1.445 civiles afganos han muerto en los primeros ocho meses de 2008, lo que supone un incremento del 39 por ciento frente a 2007, según los datos difundidos hoy por la ONU.
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El número de fallecidos a causa de los talibanes y otros grupos contrarios al gobierno de Kabul casi se dobló en comparación con los primeros ocho meses de 2007, y así, a estos grupos se atribuyen 880 muertes, el 55 por ciento de todos los civiles fallecidos en este periodo.
Las fuerzas pro gubernamentales fueron responsables de 577 muertes de civiles, y otros 395 murieron a causa de bombardeos aéreos, de estas fuerzas y de las internacionales, según las cifras de la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA).
Agosto, especialmente mortal
Agosto fue un mes especialmente mortal, con 330 civiles muertos, de los cuáles 92 bombardeados por las fuerzas afganas e internacionales en Shindand, en el oeste del país.
"Este es el mayor número de muertes de civiles ocurridas en un solo mes desde el final de las grandes hostilidades y el derrocamiento del régimen de los talibanes a finales de 2001", comentó Pillay en un comunicado.
Entre los casos más destacables figura el bombardeo de una fiesta nupcial en la provincia de Nangahar, el pasado 6 de julio, que causó la muerte de 47 civiles, entre ellos 30 niños, así como el bombardeo en Shindand, el 22 de agosto, en el que se cree que murieron hasta 62 niños del cerca de centenar de civiles alcanzados mortalmente.
"Hay una necesidad urgente de que se de una mejor coordinación entre las fuerzas militares afganas e internacionales para impulsar la protección de los civiles y la seguridad de las comunidades afectadas por la guerra", señaló la responsable de derechos humanos de la ONU.
"Llamo a las partes en conflicto a que respeten la ley humanitaria internacional y a que se aseguren de que hacen todos los esfuerzos para evitare la muerte de civiles", agregó.
Pillay instó a que se pidan responsabilidades a todos los responsables de estas muertes de civiles.
Larga historia de impunidad
"Es imperativo que haya mayor transparencia en los procedimientos de depuración de responsabilidades de las fuerzas internacionales involucradas en los incidentes con víctimas civiles", dijo, y pidió que se establezcan rápidamente los daños y un sistema de pago de indemnizaciones a los familiares de las víctimas.
En cuanto a los talibanes, también señaló que "hay una larga historia de impunidad en Afganistán, y eso debe cambiar" y que deben hacerse esfuerzos para encausar a los grupos culpables de asesinatos.
La alta comisionada lamentó igualmente el empeoramiento de la situación para los trabajadores humanitarios.
En el último de los episodios en este aspecto, dos doctores afganos que trabajaban con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para un programa de vacunación de polio, así como su chófer, murieron a causa de un atentado suicida el pasado domingo en la ciudad de Spin Boldak.
Con ellos, son ya 30 los trabajadores humanitarios muertos en 2008 en Afganistán.