La Generalitat de Cataluña incluirá la "castración química" en delincuentes sexuales

La Generalitat incorporará la castración química en el tratamiento de presos condenados por agresión sexual. Será una iniciativa pionera en España, que se aplicará sólo a los presos que lo acepten. De este modo, y según ha podido saber la cadena SER, la conselleria de Justicia hace suya una de las conclusiones a las que llegó la comisión de expertos que, bajo la dirección del fiscal jefe de Catalunya, José Maria Mena, analizó la reincidencia de los violadores.

Una comisión de expertos, formada por especialistas penitenciarios y técnicos de sanidad, está estudiando en qué casos será adecuado y beneficioso para los internos someterlos a un tratamiento con los llamados inhibidores hormonales. El departamento de Justicia espera los resultados de este informe para poner en marcha la iniciativa, que será complementaria a los programas psicológicos que ya están en marcha. Siempre, dicen, será a voluntad del preso. En declaraciones a la Cadena SER, la consellera de Justicia, Montserrat Tura, asegura que se va a estudiar caso por caso. Según dice, "los equipos de tratamiento de las cárceles están analizando la idoneidad o no, en cada uno de los casos, de qué se inicie esta terapia en función de que estén llegando al tramo final del cumplimiento de condena".

Tura también apunta que "hay un conjunto de cosas que sí podemos hacer como autoridad penitenciaria". Son iniciativas "que ayudan a que aquella persona se sienta con menos tendencia a repetir actitudes en su comportamiento sexual que consideramos desviadas". Según la consellera, "ya se ha iniciado" la reflexión sobre "de qué manera estas medidas se incorporan a los protocolos de nuestro sistema penitenciario".

Por otro lado, la Generalitat pedirá al ministerio del interior y al de Justicia que incluyan en el debate para reformar el código penal la creación del banco de datos de ADN de todos los agresores sexuales. Tal y como sugirió la llamada "comisión Mena" (la comisión de expertos que propusieron la medida), es necesario un banco de datos de violadores a partir de su ADN, sin que sea necesaria la conformidad o autorización de los internos.