El juez Santiago Pedraz dicta prisión incondicional para los integrantes del 'comando Nafarroa'
Los cuatro etarras fueron detenidos el pasado martes en Pamplona y Valencia
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha dictado prisión incondicional para los cuatro etarras integrantes del nuevo 'comando Nafarroa' que fueron detenidos el pasado martes en Pamplona y Valencia.
Los presuntos terroristas Aurken Sola Campillo, Xabier Rey Urmeneta -detenidos en Pamplona-, Sergio Boada Ezpoz -arrestado en la Añorbe (Navarra)- y Araitz Amatria -detenida en Valencia-, han comparecido esta mañana ante el juez. Ninguno de los cuatro detenidos ha querido declarar.
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Ninguno de los cuatro terroristas ha querido declarar y rebatir las acusaciones y las evidencias, las pruebas que hay contra ellos. El juez Santiago Pedraz ha ordenado la prisión incondicional para todos por pertenencia y colaboración con banda armada y por tenencia de explosivos.
El magistrado no menciona en este auto de prisión cuáles eran los objetivos de este comando detenido en Navarra, pero fuentes policiales aseguran que estaban muy elaborados ya los listados de jueces y fiscales, así como objetivos entre la clase política y la Policía en Navarra.
Lo más destacado de la detención, al margen de haberse evitado atentados con los 100 kilos de explosivos que tenían, es que los detenidos Sola Campillo y Xabier Rey han declarado ya en sede policial que fue el propio Txeroki, el jefe de los comandos operativos, quien les confesó que había participado en el asesinato de Capbreton. Estaba en esa cafetería y fue quien dio la orden para asesinar a los dos guardias civiles.
Además, Txeroki, según han declarado los detenidos, fue también quien les enseño el uso y la fabricación de bombas. La colaboración, sin embargo, de Araitz Amatria fue muy necesaria para el desarrollo de este comando de delincuentes que no están fichados por la Policía. Ella les contaba dónde estaban los controles policiales en Navarra y también les ofrecía la casa de sus familiares en Francia para poder esconderse.
El auto de prisión deja claro que la investigación continúa. Hay datos en los ordenadores intervenidos, que pueden ser muy relevantes, que se están investigando, aunque las declaraciones, según la Policía ya son muy jugosas de por sí.