Economía y negocios

La Caixa, dispuesta a vender su parte en Repsol

Según las fuentes consultadas por la SER; en las negociaciones, <b>Repsol quiere limitar el poder de los directivos rusos</b> y se está hablando de que de los 16 consejeros de la compañía, no más de cinco sean elegidos por la empresa con sede en Moscú. El presidente seguiría siendo Antoni Brufau

El Gobierno prefiere que Repsol siga siendo española

A Repsol le ha salido un nuevo pretendiente. Se trata de la compañía rusa Lukoil, la mayor petrolera privada de su país y la segunda del mundo en cuanto a las reservas comprobadas de crudo y gas. Las reacciones a esta noticia no se han hecho esperar. El propio presidente del Gobierno ha manifestado que es bueno que la empresa siga siendo española / VNEWS

Lukoil ofrece 26 euros por cada acción de Repsol que quiere comprar, según han señalado a la SER fuentes conocedoras de las negociaciones; esto significa que la compañía rusa está dispuesta a pagar casi el doble de lo que cuestan en el mercado. Este viernes están a menos de 14 euros.

La operación puede alcanzar los 9.000 millones de euros. Fuentes del sector señalan que la oferta es muy ventajosa para las empresas que quieren vender y especialmente para la constructora Sacyr que arrastra una deuda muy fuerte y que casi recuperaría los 6.000 millones que gasto hace dos años.

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Según las fuentes consultadas por la SER; en las negociaciones, Repsol quiere limitar el poder de los directivos rusos y así se está hablando de que de los 16 consejeros de la compañía, no más de cinco sean elegidos por la empresa con sede en Moscú; el presidente seguiría siendo Antoni Brufau y con garantías de que la siguiente presidencia sea también para un español y otro dato importante: Lukoil tendría que aceptar los actuales estatutos y tener como mucho el 10% de los derechos de voto en Repsol.

Los contactos siguen avanzando pero según las mismas fuentes el preacuerdo no se firmará hasta finales de la semana que viene. Los negociadores están preocupados por la división que ven en el gobierno con Zapatero y De la Vega a favor de la operación y el ministro Sebastian y sus medios cercanos en contra.

Fuentes conocedoras de la negociación advierten de que si la actual oferta no sale adelante, lo próximo puede ser una OPA para controlar totalmente la compañía.

Las mismas fuentes defienden la operación porque Lukoil sería un socio industrial estratégico y sobretodo, tienen grandes bolsas de petroleo que Repsol podría transformar.

La Caixa, dispuesta a vender sus acciones

La Caixa está dispuesta a vender a la rusa Lukoil parte del paquete accionarial que mantiene en Repsol YPF a través de Criteria (12,5%) si la petrolera rusa alcanza un acuerdo con Sacyr Vallehermoso para comprarle el 20% que posee en la energética española y si logra financiar la operación. Así lo ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que ha levantado la suspensión de la cotización de Repsol YPF y de Criteria. El regulador del mercado retiró sus acciones de la negociación a la espera de la publicación de un hecho relevante relacionado con los intereses de la rusa sobre Repsol.

La entidad catalana ha reconocido a la CNMV que ha mantenido conversaciones con varios potenciales inversores en Repsol YPF para vender su participación en la compañía que preside Antonio Brufau "en paralelo a una posible adquisición de las acciones que de la petrolera tiene Sacyr Vallehermoso".

Además, ha apuntado que ha negociado con los representantes de Lukoil que si alcanzan un acuerdo con Sacyr para comprar el 20% de Repsol YPF y con las entidades bancarias para financiar la operación podrían adquirir "parte de la participación indirecta" que posee La Caixa a través de Criteria.

La irrupción de Lukoil

Supuestamente, la mayor petrolera privada rusa -que no ha hecho comentarios al respecto- estaría negociando la compra de hasta el 29,9% de Repsol YPF. Un 20% de Sacyr y un 9,9% de otros accionistas, entre ellos La Caixa. Con ese paquete, Lukoil relevaría a Sacyr como primer accionista de Repsol YPF, aunque con los derechos de voto limitados al 10%, de acuerdo con los estatutos en vigor de la petrolera española.

Lukoil releva a Gazprom como posible tabla de salvación de Sacyr Vallehermoso, un grupo al que su elevada deuda, de más de 18.000 millones de euros, le obliga a vender activos. Frente a Gazprom, Lukoil tiene una fachada más presentable en los mercados occidentales. Tiene negocios de gasolineras en EE UU y cuenta con un socio potente, la estadounidense ConocoPhillips, con un 20% de su capital.

Criteria, también accionista de Repsol YPF con un 12%, confirmó ayer la salida a escena del nuevo actor al informar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), de que mantiene "contactos informales" con la compañía rusa para la posible venta de un paquete de acciones de la petrolera, "sin que se haya recibido oferta concreta alguna".

Reacciones en el Gobierno

Desde Moncloa, el Gobierno afronta dividido la operación. Frente a la postura del ministro de Industria, Miguel Sebastián, que fue el primero en reaccionar con lo que lo que parecía un veto gubernamental al asegurar que haría todo lo posible para que Repsol YPF siga siendo "independiente y española", el presidente Zapatero entreabrió la puerta a la entrada de la petrolera privada en Repsol YPF.

En una declaración posterior, a media mañana -cuando prácticamente todos los partidos políticos se habían pronunciado en contra de la posible entrada de capital ruso en la petrolera- Sebastián remachó su postura. Repsol, dijo, es "una empresa estratégica, tanto directamente como indirectamente por su participación en Gas Natural, es una empresa estratégica para el suministro de energía en España". Y en una aparente reconvención a los vendedores, el titular de Industria añadió: "Nosotros tenemos que tener respeto por el mercado y por los accionistas, como Estado, pero tenemos que defender los intereses de España, e igual que tenemos respeto por el mercado y los accionistas, pedimos que los accionistas nos respeten a nosotros".

Durante unas horas, todo pareció claro. Hasta que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, entreabrió la puerta cerrada por Sebastián. Aunque Rodríguez Zapatero dijo que "es bueno que Repsol tenga bandera española", alegó que "el Gobierno ha de ser respetuoso con los intereses de la compañía y con las posibles negociaciones" para la incorporación de nuevos socios, por lo que se limitará a "estar atento" al proceso y velar para que su resultado "resulte favorable para los intereses estratégicos de España y de una compañía como Repsol-YPF".

Zapatero, que la semana pasada rechazó la hipótesis de una entrada de Gazprom en Repsol subrayó que, en el caso de Repsol y Lukoil, se trata de dos empresas privadas y que el principal accionista de Lukoil, con el 20%, es "la segunda mayor compañía petrolífera del mundo", en alusión a la norteamericana ConocoPhillips.

Además, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha asegurado este viernes en la rúeda de prensa posterior al Consejo de Ministros que "intervenir en empresas privadas sería retrotraerse a tiempos pasados."

El PP se muestra en contra. Por su parte, la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, ha advertido de que Repsol es una empresa estratégica y el Gobierno no debe permitir la entrada de socios como Lukoil

 
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