Suspendido un pleno del Parlamento por el acoso de los manifestantes en Tailandia
Más de 10.000 personas contrarias al actual Gobierno cercan el edificio para forzar la caída del Ejecutivo
Los legisladores no pueden acceder al hemiciclo puesto que todas las entradas han sido bloqueadas desde primera hora de la mañana por los activistas de la opositora Alianza del Pueblo para la Democracia, que también han cortado el suministro eléctrico, anunció el vicepresidente del Legislativo, Samart Kaewmeechai.
Asimismo, miles de opositores se han concentrado también ante la comisaría central de la Policía de Bangkok, blanco habitual de su ira desde que el pasado 7 de octubre una persona murió y más de 400 resultaron heridas, en cargas policiales en las que se emplearon granadas de gases lacrimógenos defectuosas.
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El primer ministro en funciones, Olarn Chaiprawat, ha convocado una reunión de urgencia del Ejecutivo para tratar la crisis en el aeropuerto capitalino de Dong Muang, sede extraoficial del Gobierno desde que comenzaran hace cinco meses las protestas callejeras que han sumido al país en una profunda crisis política.
Protegidos por cientos de voluntarios provistos de palos y barras de metal, los manifestantes eran vigilados de cerca y desde detrás de las alambradas de espinos por miles de policías antidisturbios.
El asedio al Parlamento comenzó pocas horas después de en las cercanías estallaran cuatro bombas de escasa potencia que no dejaron víctimas.
Por otra parte, dos ataques con explosivos contra opositores registrados el jueves y el sábado se saldaron con dos miembros de la Alianza muertos y unos 30 heridos.
Seguidores de la plataforma ocupan desde el pasado agosto la sede del Ejecutivo, al que acusan de ser un títere del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, depuesto en septiembre del 2006 por un golpe de Estado, condenado a dos de cárcel por abuso de poder y prófugo de la justicia tailandesa.
Uno de los principales líderes de la Alianza, Chamlong Srimuang, ha anunciado que los manifestantes no abandonarán sus protestas hasta que renuncie el primer ministro, Somchai Wongsawat, quien se halla fuera del país tras asistir en Perú a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Wongsawat, cuñado de Shinawatra, mantiene que continuará al frente del Ejecutivo a pesar de que también tiene en contra a parte de los militares y sectores afines a la Corona.
La víspera, el jefe del Ejército, Anupong Paochina, desmintió que tengan previsto realizar una nueva asonada para derrocar a Wongsawat antes de que éste regrese este miércoles a Tailandia.
Paochinda dirige el dispositivo especial para prevenir que se produzcan incidentes violentos en las inmediaciones de la sede del Legislativo, donde ha desplegado a cerca de 2.000 soldados.
Tailandia vive inmersa en una crisis política tras la victoria en las elecciones del diciembre del 2007 de los aliados de Shinawatra.
Los seguidores de la Alianza son ciudadanos de clase media enfrentados al multimillonario, que consideran que el sistema electoral favorece la compra de sufragios y argumentan que los votantes de las zonas rurales (la mayoría) no tienen la suficiente formación para ejercer su derecho al voto.