Aguirre: "Fuimos conscientes de lo que sucedía cuando vimos el pánico en sus caras"
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha relatado a su llegada a la capital cómo vivió los ataques terroristas durante su estancia en Bombay
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha regresado a España después de vivir en primera persona mano la ola de atentados que ha sacudido Bombay. Asegura que no fue consciente de los sucedido en un primer momento, ya que se encontraba con el alcalde de Majadahonda, que había acudido al país para repatriar el cadáver de su hermano, y que tuvo que caminar descalza entre la sangre que había en el suelo. / VNEWS
"Toda la delegación pudo salir a la calle y a nosotros nos metieron en la cocina primero, en las cámaras de la cocina, en la lavandería, en el despacho de los directores del hotel... " Ese fue el periplo que ha descrito la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, a su llegada ayer al hall de uno de los hoteles tomados por los terroristas en Bombay. La jefa del ejecutivo regional ha sido recibida en la sede de la Presidencia autonómica de la Puerta del Sol con un gran aplauso, besos y abrazos de sus compañeros de Gobierno y de partido.
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"Voy a darles mi versión de lo que yo sentí y viví allí". Así ha comenzado el relato de la presidenta regional, que no ha escatimado en detalles y ha descrito paso a paso lo que ocurrió desde su llegada al hotel hasta que embarcó de regreso a España.
Los representantes del hotel recibieron a la delegación madrileña tras haber pasado un arco de seguridad y al estilo tradicional "con el punto rojo en la frente" y "pétalos de rosa", como ha detallado Aguirre. Eso a nivel de calle, porque luego, todos los integrantes del viaje subieron para efcetuar el registro en la recepción.
En ese momento, Esperanza Aguirre ha explicado cómo se encontró con un amigo de la infancia, el ahora alcalde de la localidad madrileña de Majadahonda, Narciso de Foxá. Él todavía se encuentra en la residencia del cónsul en Bombay. Foxá había llegado ayer por la tarde a la ciudad para repatriar el cadáver de su hermano, que había muerto el día anterior.
Las circunstancias tan dramáticas que el alcalde de Majadahonda le relataba en un abrazo despistó a Aguirre, que confundió una ráfaga de disparos con unos cristales rotos. "Sólo cuando aquelllo se convirtió en una ráfaga de metralleta pude prestar atención a lo que estaba sucediendo", ha declarado la presidenta, emocionada por las palabras de su amigo.
El desconcierto fue tal, que mientras todos los que se encontraban en el hall corrieron a refugiarse, Foxá y Aguirre permanecieron en la entrada del hotel. "Sólo cuando el personal del hotel nos arrolló y vimos el pánico en sus caras, fue cuando tomamos conciencia de lo que estaba sucediendo", ha explicado la jefa del ejecutivo madrileño. La gente había salido por una puerta por detrás del mostrador de recepción. "Nosotros fuimos los últimos, literalmente los últimos en abandonar el lugar", ha incidido.
Descalza sobre charcos de sangre
La lazada de sus alpargatas se desató y la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, corrió entonces descalza por los pasillos del hotel. "Toda la delegación pudo salir a la calle y a nosotros nos metieron en la cocina, luego en las cámaras de la cocina, en la lavandería, en el despacho de los directores del hotel...".
El final de sus pasos fue un salón de bodas en el que había unas 200 personas. "Un mal sitio en el caso de que los terroristas nos estuvieran persiguiendo, que era lo que aparentemente estaba ocurriendo", ha dicho Aguirre. Allí uno de los responsables les ha dicho "el hall del hotel está en llamas". Fue entonces cuando toda la delegación comprendió que tenía que abandonar el edificio.
En esa carrera atropellada a la salida comenzaron a ver los efectos de los disparos que los llevaron a refugiarse. "Yo iba descalza" ha asegurado Aguirre, que ha explicado cómo sus compañeros vieron a gente herida. "Pisé bastantes charcos de sangre", ha contado antes de describir cómo encontraron el coche de la agencia que los había acercado desde el aeropuerto, a donde los volvió a llevar para coger el vuelo de regreso a España.