Bertone afirma que en España no corre peligro ni la familia ni la educación

El secretario de Estado del Vaticano,el cardenal Tarcisio Bertone, ha finalizado su visita privada a España, la primera que realizaba. El número dos del Vaticano ha afirmado en rueda de prensa que en España no hay peligro ni para la familia ni para la educación. Una sentencia que supone un duro varapalo a l presidente de la Conferencia Episcopal, Rouco Varela, quien le acompañaba además en la conferencia de prensa.

Además, quien actuaba como traductor de Bertone era el obispo auxiliar y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Martínez Camino. Bertone ha dicho que su viaje ha sido muy provechoso para el Vaticano, para el Estado Español y para la Iglesia.

Sin embargo, el secretario de Estado del Vaticano sí ha sido muy crítico con la futura legislación sobre el aborto y ha insistido en que "si algo es necesario, es restringir, y no ampliar, la posibilidad de abortar".

Así, Bertone ha defendido el concepto de vida "desde su concepción hasta su ocaso natural". La vida familiar está fundada sobre "el matrimonio de un hombre y una mujer, unidos por un vínculo indisoluble, libremente contraído", ha añadido al pronunciar la conferencia "Los Derechos Humanos en el Magisterio de Benedicto XVI" en la sede de la Conferencia Episcopal.

La tarea educativa de los padres

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La familia, ha dicho el cardenal Bertone, es la "verdadera escuela de humanidad y de valores perennes, lugar primario en la educación de la persona". Por ello, es a los padres "a quienes compete, por derecho natural, la primera tarea educativa, y a los que se debe respetar el derecho a elegir la educación para sus hijos acorde con sus ideas y, en especial, según sus convicciones religiosas".

La enseñanza confesional de la religión en los centros públicos resulta "acorde con el principio de laicidad", ha proseguido, porque "no supone adhesión ni, por tanto, identificación del Estado con los dogmas y la moral que integran el contenido de esta materia".

"La libertad religiosa -ha señalado- traspasa el horizonte que trata de limitarla a una parcela íntima, a una mera libertad de culto o a una educación inspirada en valores cristianos, para solicitar al ámbito civil y social, libertad para que las confesiones religiosas puedan ejercer su misión.