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CATÁSTROFE AÉREA

Los aviones brasileños encuentran nuevos restos: uno de siete metros de diámetro

El hallazgo se ha producido a 90 kilómetros de la primera ubicación

Los equipos de rescate siguen buscando sin suerte el Airbus A 330 de Air France, que ayer desapareció en el océano Atlántico con 216 pasajeros y 12 tripulantes cuando viajaba de Río de Janeiro a París. En la búsqueda participan aviones de la Fuerza Aérea brasileña, tres navíos de la Marina y aviones francesa que están centrando su búsqueda en las zona bajo control de Dakar. De momento no hay ni rastro del aparato. La única esperanza es el testimonio de un piloto brasileño que asegura haber visto "luces naranjas" en el mar, poco después del accidente. / VNEWS

La Fuerza Aérea brasileña ha informado de que los aviones que sobrevuelan la zona donde se pudo estrellar el aparato de Air France que desapareció sobre el océano Atlántico con 228 personas a bordo han hallado nuevos restos, uno de ellos de siete metros de largo, a 90 kilómetros del área donde estaban buscando inicialmente.

La tripulación a bordo de la aeronave R-99 de la Fuerza Aérea ha observado varios objetos esparcidos en un área de cinco kilómetros de radio, así como otro objeto mayor de siete metros de diámetro, algunas piezas metálicas y una mancha de aceite de una extensión de hasta 20 kilómetros.

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"La noche no pasó en blanco, fueron encontrados más restos", declaró un oficial de la FAB, quien afirmó que no podía dar otros detalles de inmediato. Los nuevos restos fueron encontrados durante la madrugada y no se han localizado cuerpos, como también ocurrió con el anterior avistamiento hecho desde aviones de la FAB.

Durante la noche, una aeronave dotada con un radar de búsqueda peinó el área y, en la madrugada, tres Hércules C130 partieron hacia la zona en la que se detectaron los restos, que incluyeron un asiento de avión, trozos metálicos y no metálicos, aceite y queroseno.

Cinco barcos de la Marina se dirigían a la zona, donde se esperaba que el primero en llegar sea el patrullero 'Grajaú', a las 18.00 hora de Brasilia (23:00 hora española). Anteriormente se había previsto que el patrullero alcanzara su destino a las 16:00 horas de España, pero la Marina dijo que las condiciones climáticas adversas reducían su velocidad.

Entre 2.500 y 3.000 metros de profundidad

Los restos fueron hallados en una zona donde el lecho del océano está a una profundidad de 2.500 a 3.000 metros, según informó ayer el ministro de Defensa, Nelson Jobim, lo que torna muy difícil encontrar las cajas negras del Airbus, claves para determinar las causas del desastre.

Además, tres barcos mercantes, dos holandeses y un francés, están desde este martes por la tarde en el lugar de los hallazgos, próximo a los islotes brasileños de Sao Pedro y San Paulo, colaborando en las búsquedas.

También van buceadores

Hasta el lugar también se están desplazando buceadores de la Armada brasileña. Cuatro embarcaciones con equipamiento para rescate y un carguero avanzaban hacia la franja de 5 kilómetros en la que estaban esparcidos los asientos del avión, una boya, cables, trozos de metal y manchas de combustible a unos 1.200 kilómetros al noreste de la de la ciudad costera de Recife.

El vicealmirante Domingos Nogueira dijo que la Armada enfrenta condiciones climáticas difíciles, en tanto algunos funcionarios pronosticaron que la tarea más complicada sería ubicar los datos de vuelo y las grabadoras de voz que contienen las pistas sobre por qué la nave se desplomó en medio de la noche durante una fuerte tormenta.

"Los barcos están equipados para llegar y recoger pedazos del Airbus", explicó Nogueira. "Cada barco tiene dos buzos a bordo y naves más pequeñas para lanzar al océano para que busquen restos", agregó.

Posteriormente se usarán helicópteros para trasladar los restos del Airbus A330 de los barcos a una base en el archipiélago brasileño de Fernando de Noronha, a 700 kilómetros del lugar del accidente.

Francia no cree que se puedan encontrar las cajas negras del 447 de Air France

El director de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA) encargada de la investigación del accidente aéreo del A330, Paul-Louis Arslanian, ha declarado "no ser de un optimismo total" sobre las posibilidades de encontrar las cajas negras del aparato que desapareció el pasado domingo 31 de mayo en el Atlántico con 228 pasajeros a bordo cuando hacía la ruta Río de Janeiro-París.

El director de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA) encargada de la investigación del accidente aéreo del A330, Paul-Louis Arslanian, ha declarado "no ser de un optimismo total" sobre las posibilidades de encontrar las cajas negras del aparato que desapareció el pasado domingo 31 de mayo en el Atlántico con 228 pasajeros a bordo cuando hacía la ruta Río de Janeiro-París.

"No se puede excluir que no encontremos las grabadoras", ha dicho Arslanian en una rueda de prensa para dar cuenta del curso de las investigaciones. En su opinión, las cajas negras se encuentran sin duda en un lugar "profundo y montañoso" del Océano Atlántico. Además, ha añadido que el Airbus A330 de Air France no presentaba ningún fallo técnico antes de su despegue del aeropuerto de Río de Janeiro.

Francia asume la investigación

La Fiscalía de París se ha hecho cargo de la investigación judicial de la desaparición del vuelo 447 de Air France que cubría la ruta Río de Janeiro-París, debido a que muchas de las víctimas eran de nacionalidad francesa. Por otra parte, continúa la búsqueda a contrarreloj para hallar más material del Airbus 330 en el Atlántico. Tanto Francia como Brasil no dudan de que los restos avistados ayer en a 650 kilómetros del archipiélago de Fernando de Noronha corresponden al vuelo desaparecido el domingo. Ahora comienza la cuenta atrás para intentar recuperar las cajas negras del Airbus, que podrían estar a 3.000 metros de profundidad.

Localizar las cajas negras es lo que más urge. Esa parte del avión aportaría información decisiva sobre las causas del siniestro. Urge encontrarla, no sólo porque dará respuestas, sino porque la baliza para localizar cada una de las cajas negras no tiene más que un mes de autonomía.

En la carrera contrarreloj para localizar las cajas negras, el Ejército francés reforzará su dispositivo con dos aviones Breguet Atlantic 2, cazas ''submarinos'' equipados con radar, visores de largo alcance y material infrarrojo, así como un Falcon 50 y un Awac.

El Instituto francés de investigación y explotación del mar (Ifremer) participará en la búsqueda y el barco oceanográfico ''Pourquoi Pas'', en misión cerca de las Azores, se dirijirá "inmediatamente" a la zona para reforzar los medios movilizados en las tareas de búsqueda.

A continuación comenzará una fase submarina dado que, al recuperar los restos, se tendrá una idea de la posición del avión cuando se produjo el accidente y se irán a buscar bajo el agua las cajas negras, "si son accesibles".

La aportación de Brasil

El presidente brasileño, Luiz Inázio Lula da Silva, ha reconocido que "va a llevar tiempo" localizar la aeronave y a las víctimas. El mandatario ha subrayado en Ciudad de Guatemala, donde se encuentra de visita oficial, que "un país que puede encontrar petróleo a 6.000 metros de profundidad puede encontrar un avión a 2.000 metros". No obstante, Lula ha abandonado cualquier brote optimista tras el accidente y ha lamentado que todavía no haya "ninguna señal" sobre si se podrá localizar la caja negra de la aeronave, según ha declarado al diario 'O Globo'.

Las enormes distancias que tienen que recorrer los aviones que parten de Fernando de Noronha hacen más difíciles las tareas de búsqueda y rescate.

La recogida de los pedazos avistados estará a cargo de la fragata Constituição, la corbeta Caboclo y el navío patrulla Grajaú que zarparon rumbo a la región y de otros dos navíos, también de la Marina, que salieron de Río de Janeiro.

La tripulación de un mercante holandés ha asegurado no haber encontrado nada en la zona. Otros dos buques comerciales también se encuentran allí a petición de las autoridades brasileñas. Con la Fuerza Aérea Brasileña también pueden colaborar, en caso de que lo requiera, una aeronave francesa Falcon 50 que está en Dakar (Senegal) y un avión estadounidense de patrulla marítima P-3C Orion que llegó hoy a Brasil.

  • <a name="despiece1"></a><b>La caja negra, naranja</b>

El director general de Air France explica la última comunicación que mantuvieron con el aeroplano

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