Rajoy gana el pulso a Ricardo Costa con un ojo puesto en Francisco Camps
La confusión en el seno del PP tras el cese de Ricardo Costa culmina con la imposición del criterio del líder, Mariano Rajoy, aunque con su autoridad cuestionada
Madrid
La dirección nacional del PP se ha impuesto, no sin devaneos, a su rama valenciana y ha obligado a Ricardo Costa a abandonar los dos cargos que ocupa como secretario general del PPCV y como portavoz en las cortes regionales. Los comunicados y contracomunicados entre el PP nacional y el valenciano han puesto de manifiesto la falta de autoridad en el seno del partido. Mientras la calle Génova daba por sentado la suspensión del 'número dos' valenciano, en la Comunidad se condicionaba su cese temporal a la apertura de una investigación interna y se negaba su salida como portavoz parlamentario.
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Francisco Camps convocaba a las diez de la mañana en la sede de Les Corts al grupo parlamentario popular. El presidente pide a los diputados que voten si Costa deja de ser su portavoz y que le sustituya el diputado Rafael Maluenda. Y así lo han hecho, han votado que sí. Nadie ha defendido a Costa, ni tan siquiera han opinado cuando Camps les ha preguntado si tenían algo que decir. Se ha producido un silencio absoluto. Sólo el ya ex portavoz, Ricardo Costa, se desmoronaba delante de sus compañeros y rompía a llorar.
A las once y cuarto Francisco Camps abandonaba la sede de Las Cortes y cambiaba la tesis ante la prensa. Ha señalado que ayer se decidió la sustitución de Costa como portavoz, algo que no fue así. Tres cuartos de hora después, Ricardo Costa abandonaba el Parlamento Valenciano y lo hacía todavía en el coche oficial.
"Es lo que se acordó ayer en el Comité Ejecutivo y el presidente al grupo parlamentario le ha propuesto exactamente la misma propuesta: apartarme del ejercicio de las funciones como portavoz mientras dure esa comisión de investigación", ha añadido Costa después de conocer que había perdido el pulso planteado ayer a la dirección nacional del partido.
Sin embargo, Costa le ha hecho un guiño a Génova, sede a la que ha enviado un mensaje de fidelidad. "Decirles que yo siemrpe he estado al servicio del partido y siempre estaré al servicio del partido, no es una cuestión de aferrarme a ningún cargo ni a ninguna posición", ha garantizado.
La oposición valenciana apunta a Camps
La oposición valenciana ha mostrado su descontento por una caída, la de Costa, que consideran insuficiente. Piden elecciones anticipadas mientras se multiplican las voces que instan a Rajoy a adoptar las mismas medias con el presidente valenciano, Francisco Camps. El secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, ha exigido que se produzca el cese del jefe del ejecutivo regional. Alarte considera que Camps ha mentido deliberadamente a "todos", en referencia a los valencianos y a los miembros de su propio partido. Asegura sentir "bochorno y vergüenza" por lo que está pasando. Alarte ha llamado a Camps "mentiroso" y "desleal".
Los socialistas valencianos consideran que si Rajoy ha impuesto la renuncia del señor Costa "por su amistad con Álvaro Pérez, por contratar sistemáticamente con la empresa Orange Market y con la trama corrupta Gürtel, por haber mentido a todos y todas" también debe hacer lo mismo con Camps.
El cuestionado liderazgo de Rajoy
La ruptura entre Génova y Valencia ha sido manifiesta en el desarrollo de los últimos acontecimientos. Sin embargo, al líder del PP, Mariano Rajoy, ni se le ha visto ni se le ha escuchado. Ha sido su mano derecha, María Dolores de Cospedal, quien ha justificado la decisión de apartar a Ricardo Costa de sus funciones como secretario general de los populares valencianos y como portavoz de su grupo en las cortes regionales. "Si se encastilla en una situación en la que no tiene que estar, en una actuación impropia de su condición como secretario general, pues habrá que tomar, desde la dirección general, las medidas oportunas", ha declarado De Cospedal.
La 'número dos' de Rajoy ha explicado por qué han decidio apartar a Costa de sus funciones. "Por el bien del partido de Valencia, por la imagen que se estaba dando y por actuaciones, por conversaciones, por compañías y por amistades que son muy poco ejemplarizantes y edificantes cuando uno es secretario general de un partido, lo mejor para el PPCV y para el PP de toda España era que Ricardo Costa cesara en sus funciones".
Esas amistades pueden atribuirse también al presidente Francisco Camps, aunque en su caso, el partido no las haya tildado de "poco edificantes". En Génova prefieren dar por zanjado el asunto aunque hay quienes señalan al líder valenciano Camps como responsable de lo ocurrido y se inclinan por que Rajoy extreme las cautelas por quien tantas veces ha puesto la mano en el fuego. Y es que Camps ha insistido en que, pese a toda la confusión que ha rodeado el cese de Costa, todo salió segúin lo previsto. "El PP toma las decisiones en relación a lo que se propuso y por tanto, por unanimidad" se limitó a esbozar Camps cuando abandonaba la sede de las Corts después de transmitirle, esta vez sí, a Costa, que era sustituído en su cargo.