Figueruelas, a la espera de los nuevos pasos de GM
General Motors (GM) aseguró que es preciso recortar 10.000 puestos de trabajo en Opel de una plantilla en Europa compuesta por unos 50.000 empleados
El giro de guión en el futuro de General Motors vuelve a sembrar de incertidumbre el clima laboral de las fábricas europeas de la empresa. Hoy ha comenzado en Europa la huelga convocada por el sindicato de la fábrica de Alemania. El comité de empresa español ha señalado que cada sindicato es independiente
Los comités de empresa de las plantas alemanas de Opel y los sindicatos del ramo llamaron para el jueves a huelgas de protesta. En total unos 55.000 empleados en las cuatro fábricas alemanas de Opel fueron convocados a huelgas de advertencia a partir del jueves.
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Según explicó en una conferencia telefónica el vicepresidente de General Motors, John Smith, son necesarios "significativos recortes" en Opel para lograr su estabilidad a largo plazo "en cualquier plan de reestructuración que se plantee".
Smith avanzó que General Motors estará preparada para presentar su plan de reestructuración sobre Opel "muy pronto", y aseguró que aunque preferiría llevarlo a cabo en un clima de acuerdos con los gobiernos europeos y los sindicatos, la compañía cuenta con un "plan B" por si fuera necesario.
El vicepresidente de General Motors, que insistió en que su plan de recortes es "muy similar" al de Magna, reconoció que haber renunciado a Opel hubiera significado un gran "agujero" estratégico en la multinacional estadounidense.
De esta manera, el fabricante automovilístico estadounidense mostró su intención de tener definido para finales del primer trimestre un plan que sea aceptado por gobiernos y sindicatos.
Además, se comprometió a devolver al Gobierno alemán el préstamo puente y destacó que el Ejecutivo ha proporcionado un "apoyo consistente" en la reestructuración de Opel desde el principio.
Así, este plan de reestructuración estaría en línea con el propuesto en un primer momento por el fabricante de componentes para automóviles austriaco-canadiense Magna, que cifró su propuesta en 10.500 despidos, aunque posteriormente fueron ajustados en algunos países como España, donde se redujeron hasta los 900.
Por su parte, el vicepresidente de Finanzas de General Motors Europe, Enrico Digirolamo, había asegurado anteriormente que la planta de Opel en la localidad zaragozana de Figueruelas será "clave" en la estrategia futura de la corporación para sus operaciones europeas.
Digirolamo subrayó que la factoría aragonesa, que el pasado ejercicio alcanzó una producción de 423.000 unidades, ha sido una parte integral de General Motors durante los últimos 27 años.
El grupo estadounidense anunció el martes por sorpresa su decisión de mantener la propiedad de Opel, anulando así meses de negociaciones para vender la firma europea a un consorcio encabezado por Magna y respaldado por el banco ruso Sberbank.
Por su parte, el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, afirmó hoy que no aceptará que General Motors plantee más recortes de empleo en Figueruelas que los pactados con Magna.
Sebastián aseguró que el acuerdo con Magna, que contemplaba 900 bajas en Figueruelas, "es un acuerdo de mínimos". "A partir de ahí podemos seguir hablando, pero nunca por debajo de ese acuerdo", advirtió.