El Fiscal General del Estado, Cándido Conde-Pumpido, se mostró hoy convencido de que una anulación de las conversaciones telefónicas entre los principales imputados en el caso Gürtel y sus abogados tendrá tan sólo un «efecto muy parcial», ya que, como así recordó, la instrucción cuenta con otras pruebas que pueden servir de base para seguir manteniendo el principio acusatorio. Conde Pumpido, que asistió hoy en Valladolid al acto de toma de posesión de la nueva Fiscal Jefe de la Fiscalía vallisoletana, Esther Pérez Jérez, mostró su cautela respecto de la posible anulación de las escuchas que pudiera haber tomado la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, pero en cualquiera de los casos, y de confirmarse finalmente, insistió en que ello no provocaría el desmorone del caso Gürtel. «No, en absoluto, pues esa decisión siempre tendría un efecto muy parcial, ya que hay pruebas completamente independientes y desvinculadas que permitirán continuar con la instrucción del caso», apuntó el Fiscal General del Estado, quien advirtió de que «la decisión no se conoce oficialmente y hasta ahora es tan sólo una información periodística». En el supuesto de que tal anulación de las escuchas telefónicas quedara finalmente reflejada mediante el correspondiente auto judicial, Conde Pumpido, tras mostrar su respeto a cualquier decisión judicial, declinó adelantar si la Fiscalía General del Estado optaría por interponer el correspondiente recurso. «Todavía no hay un conocimiento oficial de esa decisión, por ello nos pronunciaremos una vez que se analice», zanjó. Con respecto a las tres querellas interpuestas ante el Tribunal Supremo contra el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, una relativa al cobro de cursos en la Universidad de Nueva York durante 2005 y 2006, otra por la apertura de la causa para investigar las desapariciones del franquismo y la última, precisamente, por las escuchas en el caso Gürtel, el Fiscal General del Estado recordó que su departamento no formula acusación en ninguna de ellas y expresó su deseo de que esa posición «sea acogida finalmente» por el Alto Tribunal.