El Vaticano asegura que el Papa nunca demoró la expulsión de un sacerdote estadounidense culpable de pederastia
El abogado vaticano Jeffrey Lena afirmó que Benedicto XVI se limitó a pedir tiempo para deliberar sobre la expulsión de Stephen Miller Kiesle
El Vaticano ha asegurado que el Papa Benedicto XVI nunca demoró la expulsión de un sacerdote estadounidense culpable de un delito de pederastia durante la década de los 80, y lamentó los "juicios precipitados" que se han emitido en relación a esta cuestión.
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El abogado vaticano Jeffrey Lena afirmó que Benedicto XVI se limitó a pedir tiempo para deliberar sobre la expulsión de Stephen Miller Kiesle, que en 1978 había sido sentenciado a tres años de libertad condicional por abusar de dos menores en una rectoría, y que en 1981 había solicitado abandonar el ministerio activo y la diócesis, "con la consiguiente exención de todas las obligaciones del sacerdocio, entre ellas el celibato".
Por aquella época y como jefe de la Congregación de la Doctrina de la Fe, el entonces cardenal Joseph Ratzinger simplemente evaluó de manera formal si la petición recibida cumplía todos los requisitos para que Kiesle abandonara el sacerdocio, sin tener en cuenta los casos de abusos sexuales, que la Congregación no tenía competencia para juzgar, según recordó Lena.
En su misiva, enviada en 1985, Benedicto XVI entiende que los argumentos por los que Kiesle pide abandonar el sacerdocio tienen "una grave significación" y expresa su "preocupación sobre las consecuencias que tal dispensa pudiera tener sobre los fieles, en particular los más jóvenes"?
Para el abogado vaticano "parece ser una carta formal que se suele enviar con respecto a los casos de laicización", y se declaró incapaz de confirmar la autenticidad de la carta, mecanografiada en latín.
El abogado entiende que "en ningún caso refleja que el entonces cardenal Ratzinger se esté resistiendo", añadió el abogado, quien lamentó "el juicio precipitado" que podrían estar transmitiendo algunos medios de comunicación, porque "en todo momento Kiesle estuvo bajo el control, la autoridad y el cuidado del obispo local, como estipula la ley canónica".