Los dirigentes del PSOE se han tenido que acostumbrar a navegar por las páginas de las consultoras internacionales, pendientes de la última hora y de si le rebajan o no la calificación a los bonos de España. La de este martes ha sido una tarde de infarto. Standard le baja dos puntos a la deuda griega y otros dos a la de Portugal. Los bonos griegos, bonos basura. ¡Oh, Dios mío! ¿Y qué pasa con España? La bolsa se está dando un batacazo. ¿Cuánto cae el Ibex? ¡Actualiza! ¡Actualiza la página! ¿Dicen algo de España? De momento, no. Parece que al menos por hoy, el peligro ha pasado. Ya veremos mañana. La crisis económica no da respiro al Gobierno de Zapatero y encima el INE lanza antes de tiempo las cifras de la EPA y sabemos tres días antes que el paro ha superado ya el 20% de la población activa. Es un dato demoledor aunque en Ferraz y en Moncloa se agarran como a un clavo ardiendo a que en el primer trimestre hayamos salido técnicamente de la recesión y a que en abril pueda bajar el número de parados. Sea como sea, en el mejor de los pronósticos, la tasa de paro rondará el 19% durante todo el año y con este durísimo panorama el PSOE se enfrentará a las elecciones catalanas y el año que viene a las municipales y autonómicas. El caso Gürtel y la corrupción le harán daño y merecido al PP; Garzón, el Estatut o el Constitucional seguirán haciendo ruido pero la crisis económica decidirá las urnas y si sigue sin verse un liderazgo político claro para salir del atolladero y si la recuperación no se percibe en la calle, no habrá quien salve al PSOE en la cita electoral del año que viene por mucho que Rajoy y el PP continúen sin ser una alternativa seria y responsable.