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Más de 80 de muertos en una oleada de atentados en Irak atribuida a Al Qaeda

Al menos 84 personas han muerto este lunes en Irak en una oleada de atentados con bomba y ataques de milicianos armados contra diversos objetivos, civiles en su mayoría

El más sangriento de los ataques ha sido el triple atentado suicida contra una fábrica textil de Hilla, en el centro del país, en la que murieron al menos 55 personas y otras 220 resultaron heridas.

Los atacantes detonaron dos coches bomba y un suicida con un cinturón de explosivos se inmoló en la entrada de la fábrica coincidiendo con el cambio de turno.

"Dos coches bomba explosionaron junto al personal de la planta cuando abandonaban el complejo por la tarde", indicó un portavoz policial en declaraciones a la agencia de noticias iraquí Aswat al Irak. Aprovechando el revuelo y la concentración de la gente que acudió a socorrer a los heridos, un suicida detonó su carga.

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Las autoridades iraquíes, por su parte, destacaron las recientes operaciones contra la insurgencia suní. "A pesar de los fuertes golpes sobre Al Qaeda, hay algunas células que aún funcionan, que intentan demostrar su existencia e influencia", afirmó el portavoz de las fuerzas de seguridad para Bagdad, el general Qasim al Musawi, quien calificó estos atentados de "histéricos" en declaraciones a Reuters.

"Parece una gran campaña de los terroristas, no sólo en Hilla", afirmó el gobernador de la provincia de Babilonia, Salman al Zarqani, quien sostuvo que estos atentados son una reacción a los gestos de las facciones chiíes para formar una coalición de gobierno tras los comicios del pasado 7 de marzo.

En el sur, en la ciudad de Basora, al menos nueve personas murieron y otras 22 resultaron heridas en un atentado con coche bomba perpetrado contra un mercado de la localidad, informó una fuente policial.

También en la capital y sus inmediaciones hubo incidentes de gravedad, como el doble atentado perpetrado por un suicida en coche bomba y un segundo suicida con un chaleco de explosivos que acabó con la vida de trece personas e hirió a otras 40 en un mercado de Al Suwayra, localidad situada a unos 50 kilómetros al sureste de Bagdad.

En el propio Bagdad, nada más amanecer, milicianos con armas con silenciador mataron a siete militares y policías iraquíes en un ataque coordinado contra seis controles de seguridad, mientras que las bombas colocadas en otros tres controles hirieron a varias personas más, informó el Ministerio del Interior.

"Es un mensaje para nosotros, para decirnos que nos pueden atacar en distintos puntos de la ciudad al mismo tiempo porque cuentan con células en todas partes", indicó una fuente del Ministerio en declaraciones a Reuters.

Los incidentes se reprodujeron en la provincia de Anbar, al oeste de Bagdad; en Mosul, en el norte del país, en diferentes barrios de las afueras de Bagdad.

 
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