Francia reafirma su política de expulsiones pese a la amenaza de Bruselas

El ministro francés del Interior, Brice Hortefeux, ha vuelto a defender su política de expulsión de rumanos de terrirorio galo durante la sesión de control en la Asamblea Nacional de Francia. Todo después de que esta mañana Bruselas le amenazara con expedientarle por llevar a cabo lo que ha calificado una "política "discriminatoria"

Hortefeux ha reafirmado su política de expulsión aunque ha preciso da que éstas no se llevan a cabo por razones étnicas sino porque los ciudadanos expulsados se encuentran en situación irregular. El titular francés de Interior también ha defendido que los desmantelamientos son ordenados por un juez y que el Gobierno "simplemente la ejecuta.

Además ha criticado la hipocresía de algunos grupos de izquierda. Hortefeux asegura que muchos alcaldes socialistas han solicitado ya que sean desmantelados los asentamientos que se encuentran en su término municipal.

Todo, después de que este martes, la vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Justicia, Viviane Reding, ha anunciado eque en las próximas semanas expedientará a Francia por discriminación en las expulsiones de gitanos que han venido realizando las autoridades galas durante este verano.

Por su parte el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores galo, Bernard Valero, ha respondido este martes a la Unión Europea que sus críticas no sirven para mejorar la suerte de los gitanos y que no es momento de polemizar, después de que la vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Justicia, Viviane Reding, anunciara que en las próximas semanas expedientará a Francia por discriminación en las expulsiones de gitanos.

"Hemos recibido con sorpresa las declaraciones de Reding", manifestó el portavoz. "No creemos que con este tipo de declaraciones podamos mejorar la suerte y la situación de los gitanos, que están en el centro de nuestras preocupaciones y de nuestra acción", dijo. "No es momento para la polémica ni para declaraciones de este tipo. Es momento de trabajar en favor de la población gitana", añadió.

El portavoz reconoció que la diplomacia francesa tiene dificultades para transmitir el mensaje de que el objetivo de su polémica política de desmantelamiento de los campamentos de gitanos y expulsión de estos hacia sus países de origen, principalmente Rumanía y Bulgaria, es mejorar la situación de dicha comunidad.