La madre del hombre en coma 20 años confía en que el Supremo haga Justicia
Un nuevo testigo lleva al Supremo a revisar el "Caso Antonio Meño"
La familia de Antonio Meño fue condenada en 2008 a pagar 400.000 euros en costas judiciales ya que la sentencia absolvió al anestesista. Desde hace meses esta familia permanece acampada en la plaza de Jacinto Benavente de Madrid como gesto de protesta. Esa movilización ha logrado que aparezca un testigo clave por lo que hoy se reabre el caso.
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Este miércoles comienza la sesión pública en la que los magistrados van a valorar esta nueva prueba, el testimonio de un estudiante que presenció la intervención y observó que las pulsaciones del paciente se alteraban. Antonio Meño lleva 21 años en coma tras someterse a una rinoplastia en una clínica de cirugía estética de la capital. La versión del estudiante es totalmente opuesta a la que ofreció el anestesista que controlaba la operación, que fue absuelto por la Audiencia Provincial y por tanto la victima en coma desde 1983 se quedó sin indemnización.
Los padres han sido condenados a pagar 400.000 euros en costas. Tras un periplo por distintas sedes jurisdiccionales, los padres de Antonio Meño se quedaron sin abogados, sin dinero y casi sin fuerzas .Las pocas que aún les quedaban las usaron para acampar en la Plaza de Jacinto Benavente frente a una de las sedes del Ministerio de Justicia. Fruto de esa protesta es la aparición de este testigo clave que hoy puede dar un vuelco a un caso en el que la Justicia llego tarde y mal.
"Espero la Justicia que no se me hizo hace veinte años", ha asegurado Juana Ortega, a su llegada a la sede del Alto Tribunal, acompañada de su hijo, quien asistirá en una camilla a la vista pública.
Entre gritos de "valiente" y "coraje Juana" y aplausos de varias personas congregadas en la puerta -entre ellas la madre de otro chico que está en la misma situación que Meño en Lugo- , Meño ha llegado en una furgoneta acompañado de sus familiares.