"Esta tumba no es la nuestra"

Lo único que Antonio Marqués tiene de su hermano es la factura de su "supuesto" entierro porque ningún miembro de su familia fue a despedir el cadáver del bebé. "Se encargó de todo el propio hospital", que desconoce cuál fue. En la factura figura dónde está la sepultura, "y no se corresponde con la tumba que tiene la familia", asegura. De hecho, su madre, ya fallecida, siempre recordaba la pena de no saber dónde estaban sus hijos, un niño y a niña, que murieron al nacer, el primero en 1966 y la segunda sobre 1970. "Mi madre nunca pudo ir a llevarles flores al cementerio".

A raíz de las informaciones que en las últimas semanas están saliendo en los medios de comunicación sobre el robo de niños durante los años del franquismo, Antonio se ha puesto a recabar los documentos que su familia tiene de sus dos hermanos. No tiene ni partidas de nacimiento ni de defunción, es más, en el libro de familia no figura la existencia de ninguno de los bebés. Nunca han existido legalmente. Ahora ha acudido al Registro Regional de la Comunidad de Madrid donde le dicen que "solo tienen informes sobre la clínica O'Donnell... nada más, no nos dan ninguna explicación más, ninguna ayuda".

Antonio es uno de los 300 casos que, en la última semana, se ha puesto en contacto con el grupo de Niños Robados de toda España. Su intención es esclarecer lo que realmente pasó con sus hijos o hermanos que, supuestamente murieron al nacer, y que en todos los casos encuentran sospechas de irregularidad. Si la Administración no les facilita los documentos que piden se sumarán a la denuncia que un total de 80 familias han puesto ya en el juzgado número 5 de la Audiencia Nacional.