Los 'petrorrublos' de Putin, la gran baza de Rusia

La figura de Vladímir Putin, primer ministro y uno de los hombres más poderosos del mundo, y el compromiso de invertir cientos de millones de dólares son las principales bazas de la candidatura rusa. "Supongo que el hecho de que Europa Oriental nunca haya acogido el Mundial será un factor importante a la hora de decidir en favor de Rusia", aseguró recientemente Putin, gran aficionado a los deportes, en particular al judo y al esquí.

Putin ejerció durante los últimos meses toda su influencia para promover la candidatura rusa, en particular durante la visita de la comisión de inspección de la FIFA. Todas las personas vinculadas con esa candidatura cruzaron los dedos para que Putin acudiera a la cita del fútbol ruso con la historia, ya que su país nunca ha organizado un torneo internacional de naciones de fútbol.

Putin tuvo un papel fundamental en la victoria de Sochi para acoger los Juegos Olímpicos de Invierno en 2014, ya que se desplazó en 2007 a Guatemala, donde se reunía el Comité Olímpico Internacional (COI), para respaldar personalmente a la ciudad rusa.

Arshavin, Dasáyev e Isinbáyeva, los abanderados

El jugador del Arsenal Andréi Arshavin será la principal estrella de la delegación rusa, junto al portero soviético Rinat Dasáyev y la plusmarquista mundial y doble campeona olímpica de salto con pértiga, Yelena Isinbáyeva. "Se invertirán mil millones de dólares en el desarrollo del fútbol base, el femenino, el fútbol playa y el fútbol para personas con minusvalías", aseguró Arshavin.

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Rusia, cuya selección (antes soviética) logró su mayor éxito futbolístico al alzarse con la Eurocopa de Naciones en 1960, tiene el presupuesto global más alto de todas las candidatas (considerados los de la Copa Confederaciones y del Mundo y los destinados a la estadios).

Según la prensa, la inversión real será de cientos de miles de millones de dólares, ya que, para empezar, 13 de los 16 estadios y el grueso de las infraestructuras tendrían que ser construidas desde cero. Además, dicen sus promotores, la FIFA y las compañías patrocinadoras ingresarían mucho más dinero si Rusia organizara el Mundial, ya que es un mercado sin explotar.

Una nueva vía para el fútbol mundial

El ministro de Deportes ruso, Vitali Mutkó, considera que si la FIFA quiere que el fútbol siga creciendo lejos de la vieja Europa, como ocurrió con los Mundiales de Corea y Japón (2004) y Sudáfrica (2010), Rusia debe ser la elegida, ya que dejaría mayor legado que las otras candidatas. Putin ha prometido que Rusia eximirá de visados a participantes y visitantes durante la disputa del Mundial y garantizará el transporte público gratuito en autobuses y trenes por el país a aquellos aficionados que dispongan de entrada para el torneo.

Según la FIFA, el hándicap de la candidatura rusa son las infraestructuras hoteleras y, especialmente, de transporte, tanto debido al atraso ruso en ese terreno, como a las grandes distancias entre las sedes del Mundial. Otro factor es la seguridad, ya que Rusia es un país sacudido con frecuencia por el terrorismo, razón por la que ninguna ciudad caucásica ha sido elegida sede, pese a que es una región con una gran afición al fútbol. Además, aunque el fútbol ha dejado ya atrás al hockey sobre hielo o al esquí de fondo como deportes favoritos de los rusos, los estadios apenas acogen a unos pocos miles de aficionados cada fin de semana.

El dueño del Chelsea, el magnate Román Abramóvich, el seleccionador nacional, el holandés Dick Advocaat, y el italiano Luciano Spalletti, técnico del Zenit, han pedido a la FIFA que conceda a Rusia la organización de la Copa Mundial.