"Queremos que en Marruecos el poder sea del pueblo"
La SER entrevista a Oussama el Khlifi, organizador de las manifestaciones del 20 de febrero en Marruecos
Oussama El Khlifi, informático de carrera, tiene 23 años. Se licenció hace tres y, salvo dos trabajos temporales que tuvo en varias empresas, ha estado la mayoría del tiempo en paro. Siempre ha sentido una gran inquietud por la militancia política. Hace cuatro años se inscribió en las filas de la Unión Socialista de las Fuerzas Populares (USFP), aunque lo abandonó hace cuatro meses por "desavenencias".
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Alto, discreto, tímido, se esconde tras una gorra por miedo a que le reconozcan por la calle. Su foto ha aparecido en diversos periódicos marroquíes, que le han acusado de alcohólico y de hereje. Ha recibido llamadas amenazantes a altas horas de la madrugada. Y todo por haber sido uno de los creadores del grupo de Facebook "Libertad y Democracia Ahora", el primero que recientemente lanzó a través de esta red social la convocatoria para las manifestaciones de protesta que tendrán lugar en las principales ciudades marroquíes el próximo día 20. Más de 20.000 personas ya han mostrado su apoyo a éste y otros dos grupos más: "20 de febrero" y "Juventud por la Democracia".
En la última semana, diferentes partidos políticos, incluso islamistas, y asociaciones de derechos humanos han declarado unirse a la protesta. Demandan un cambio radical en el régimen político marroquí. Piden una constitución democrática, la separación de poderes, una justicia completamente independiente y una ampliación de las libertades. En definitiva, que el poder resida en el pueblo marroquí.
¿Cómo os organizasteis para lanzar la convocatoria para la manifestación del día 20?
Después de la revolución tunecina, hablé con mis amigos por Facebook sobre la posibilidad de hacer algo parecido, una manifestación de la juventud. Después, creamos un grupo que se llamó "Un diálogo con el rey" e invitamos a amigos de todas las ideologías: islamistas, liberales, de izquierdas...Hablamos sobre lo que queríamos del rey. Más adelante, hicimos un resumen de todas las conclusiones y creamos el movimiento del 20 de febrero.
¿Cuáles son vuestras reivindicaciones con estas manifestaciones, qué queréis conseguir?
Queremos un cambio constitucional, parlamentario, de gobierno. Queremos un régimen parlamentario, un verdadero gobierno, un verdadero parlamento, una verdadera justicia, como en España. Queremos que el poder sea del pueblo. No queremos que el rey se vaya. Sabemos que el rey es sagrado para todos los marroquíes. Sabemos bien que no podemos cambiar todo el régimen, pero debemos hacer un cambio constitucional, un cambio parlamentario. Queremos un rey presencial, no uno que juzgue o que gobierne. Es el pueblo quien debe gobernar.
¿Esperabais tanto éxito en la iniciativa?
No, por supuesto que no. No creíamos que íbamos a llegar a 20.000 personas entre los tres grupos.
Habéis iniciado este movimiento a través de Facebook y más medios electrónicos, pero ¿cómo habéis accedido a la gente que no tiene Internet?
Hemos creado grupos que están trabajando sobre el terreno, que se pone en contacto con los jóvenes en las universidades, en los colegios...Hemos tomado también esta iniciativa.
¿Cuáles son los problemas que has encontrado desde que empezaste a organizar las manifestaciones?
El prefecto de la seguridad de la región de Rabat-Salé llamó a mi padre, que es policía nacional. Le amenazó con detenerme, pero eso no supone ningún problema. También he recibido llamadas anónimas a las cuatro de la mañana que decían que me iban a matar, a detenerme, a pegarme. Han pirateado mi ordenador, han cogido fotos personales y las han publicado en un la prensa, en la que han acusado de cristiano, de alcohólico, de querer quemar el Corán... Además, otros compañeros míos también han recibido amenazas y ataques en algunos medios de comunicación.
¿Sabes quién ha realizado estas llamadas anónimas y quién ha pirateado tu ordenador?
Son los servicios secretos, sabemos bien que el régimen marroquí utiliza estas prácticas.
¿Te ha pedido tu padre que pares todo esto?
Sí, lo ha hecho. Después, he hablado con él y no me lo ha vuelto a pedir. Mi padre y yo no tenemos una relación padre-hijo normal, somos más como hermanos. Nuestra familia está muy metida en política desde hace mucho tiempo. Mi abuelo era miembro de la USFP en los años 60. Estamos acostumbrados, no es un problema.
¿Crees que el Ejecutivo va a impedir la manifestación?
Por supuesto, sabemos que el gobierno va a intentar impedir nuestra protesta, pero no tenemos miedo. Conocemos cómo las fuerzas marroquíes tratan de disolver las manifestaciones. La historia lo dice, en los años 60, 70, 80...Pero no nos preocupa. Vamos a salir a la calle el 20 de febrero. No tenemos miedo.
¿Consideras que en Marruecos pueden llegar las revueltas tunecina y egipcia?
Por supuesto, todos somos pueblos del Norte de África, ya lo hicimos contra Francia hace años en la época colonial. Además, hay muchas similitudes entre todas o casi todas las sociedades del mundo árabe.
¿Piensas que puede ser una revolución violenta?
No, en absoluto. El pueblo marroquí es un pueblo pacífico y no puede hacer una revolución en la que haya violencia de por medio. Al menos, por nuestra parte, serán manifestaciones pacíficas.
¿Qué opinas de las protestas que están teniendo lugar en Argelia, Yemen, Bahrein, Libia...? ¿Qué reacciones ha suscitado en los convocantes de las manifestaciones en Marruecos la caída de Mubarak?
Nuestro corazón está con los pueblos que están llevando a cabo su revolución. Esperamos que consigan lo que se proponen en sus reivindicaciones y siga triunfando el cambio en el mundo árabe. Con respecto a la dimisión de Hosni Mubarak, estamos muy contentos por el pueblo egipcio. Su éxito nos da esperanzas para que ocurra lo mismo en Marruecos.
Eres informático, de 23 años, estás en paro desde hace bastante tiempo...Consideras que si Marruecos contara con otro sistema político ¿Podrías tener más oportunidades?
Por supuesto. Para pasar al desarrollo, para tener más oportunidades, debemos antes ser un país democrático.