Residentes españoles en Japón cuentan cómo han vivido el terremoto

Residentes españoles en Tokio están siendo testigos del caos total que se vive en la ciudad a causa del seísmo de 8,9 registrado esta mañana en la costa nororiental de Japón, que ha colapsado todos los servicios públicos en la capital nipona y ha paralizado el movimiento de sus ciudadanos.

Un piloto español que ha aterrizado en Chitose minutos después del terremoto ha contado en el informativo 'Hora 14' de la Cadena SER que el temblor "ha sido bastante fuerte". "Había aterrizado hacía 10 minutos, acaba de desembarcar el pasaje cuando comenzó a temblar la tierra".

Nacho Valo es de Barcelona y trabaja en una tienda en el centro de Tokio donde, asegura, ya no queda prácticamente nada de las cosas necesarias del día a día, "sólo algunas salsas y café". Nacho asegura que, aunque son las dos de la madrugada en Japón, parece mediodía: "El tráfico está insoportable. Mi mujer lleva cinco horas intentando recorrer un trayecto de 25 minutos para venir a buscarme porque los trenes no funcionan" y cuenta cómo los clientes le preguntan cómo pueden ir a la otra punta de la ciudad: "Tienen que recorrer 15 ó 20 kilómetros y la gente se iba andando a casa"

Elena Gallego, profesora de la Universidad Sofía de Tokio desde hace 18 años, ha atendido la llamada en directo de la SER. "La situación es caótica, las estaciones están llenas de gente deseando llegar a casa, pero los trenes y el metro están parados, continuamente se oyen sirenas de ambulancias y bomberos". La profesora se encuentra entre la gente no puede regresar a su hogar. "Hoy dormiré en el despacho porque no puedo volver a casa. Los daños humanos no son tal altos como los materiales, ochenta víctimas dice la televisión. En principio no parece que ningún español esté entre ellos, pero estamos incomunicados, el correo funciona pero con los teléfonos es más complicado".

Otro español César Román, explicaba a través de un correo electrónico enviado a la agencia de noticias Europa Press que "la gente está atrapada en el centro de Tokio". "No hay manera de salir que no sea andando. No hay taxis, ni transporte público, los autobuses tardan en llegar y hay eternas colas en las paradas. Muchos niños en las guarderías esperan a sus padres", prosigue.

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Román asegura que ha experimentado "hasta una decena de réplicas, unas más fuertes que otras" hasta el momento. "El viento es fortísimo", destaca. La población de Tokio está refugiándose en los diferentes templos sintoístas del país, "dentro de los cuales preparan Onigiris (algas rellenas de arroz) para todos".

Fernando Picazo es un investigador de Albacete que reside en Tokio. El terremoto le ha pillado en casa y, aunque es un bajo, aseguraba en 'La Ventana' que el temblor "se notaba como si estuviera en un décimo". Al poco tiempo, ha salido de casa y asegura que, aunque los sismos son habituales en Japón, "en la cara de los japoneses me he dado cuenta de que eso no era normal". De todas formas, Fernando pronto se ha tranquilizado porque "Japón es un país muy organizado y cinco minutos después ya había gente del Ayuntamiento organizando en la calle y enseguida ha venido una ambulancia".

El seleccionador japonés de fútbol sala, Miguel Rodrigo, vive en Tokio con su familia desde 2009 y ha sido uno de los afectados por el terremoto. Describía en 'Hora 25' el terremoto como "estar en una lata de refresco que se aplasta" ya que Rodrigo se encontraba dentro de un viejo pabellón en el país nipón: "De repente todo el mundo corría sin ningún destino, fue un caos".

Seis misioneras valencianas salen ilesas

Seis misioneras valencianas de la congregación de Cristo Jesús destinadas en las ciudades japonesas de Tokio y Chiba han salido ilesas del terremoto. Según han informado fuentes del Arzobispado de Valencia, las seis religiosas permanecen en Japón y todas se encuentran "en perfecto estado", aunque no han precisado más datos sobre misioneras residentes en otros lugares del país por encontrarse colapsadas las líneas telefónicas.

La misionera María Antonia Sanz, natural de la pedanía valenciana de Massarrochos, ha explicado que el terremoto las sorprendió en el comedor y veían "cómo se movía todo como si fuera de papel", y ha añadido que los tres primeros movimientos de tierra "fueron muy largos y más fuertes" que los que se producen habitualmente.

El Gobierno español ha informado de que hay cuatro españoles no localizados en la zona del seísmo.