Las ONG aseguran que la falta de asistencia a las pateras no es nueva

Según el diario británico, al menos 61 inmigrantes africanos murieron de hambre y sed el pasado marzo en el mar Mediterráneo tras quedar a la deriva el barco en el que trataban de llegar a la isla italiana de Lampedusa y no ser socorridos por los barcos que la OTAN tiene desplegados en la zona en el marco de la operación en Libia.

Durante la mañana de este lunes Carmen Romero, portavoz de la OTAN, ha explicado que su portaviones Garibaldi se encontraba a más de 100 millas náuticas (más de 160 kilómetros) de la zona del naufragio, sin embargo varias organizaciones de defensa de los derechos de los inmigrantes han asegurado que no es la primera vez que esto sucede. "Han muerto muchas personas ahogadas tras 16 días a la deriva sin agua ni alimentos, es una situación dramática que no se puede aceptar, la omisión de socorro es algo muy grave. No es nuevo lo que está pasando, hay que atender a las embarcaciones y no se puede mirar a otro lado", apunta María Jesús Vega, de ACNUR.

"La política migratoria de control de la migración irregular se vuelve totalmente deshumanizada y se violan derechos fundamentales que incluyen el propio derecho a la vida", explicaba a la Cadena SER Alfredo Abad de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado.