Donde nadie quiere ser alcalde

Ni La Milla, ni Acebes, ni Antoñanes, ni Grisuela del Páramo, ni San Pedro de Pegas... En estos cinco pueblos de León nadie quiere presentarse a las elecciones del 22 de mayo. No les interesa. No hay dinero ni manera de dónde sacarlo porque estos pueblos viven en mitad de un enorme páramo que casi todos llevan de apellido y que es imposible de rentabilizar.

Más del 90% de su escueto presupuesto (entre 6.000 y 12.000 euros al año) va a pagar las fiestas locales: la orquesta (y sólo para un día), los cohetes (porque de fuegos artificiales ni hablamos), y el cura (que cobra 258 por la misa) se comen casi todo el presupuesto de San Pedro de Pegas, un municipio de 150 habitantes que nos recibe en la Casa de la Cultura, el lugar que sirve de gimnasio, salón de plenos, bar durante las fiestas y sitio de recreo para los más pequeños.

El resto de los pueblos tienen dos puntos de reunión: el bar y la Iglesia, y como hoy no es domingo encontramos a los vecinos "echando la partida". Nadie quiere representar al municipio "porque es un cargo no remunerado que sólo da disgustos".

Aseguran que en el bar se habla de maíz, de trigo, de remolacha, de cartas... y si hay que hacer ruido, se juega al dominó, pero que la política les queda lejos, y los políticos más "parecen de otra galaxia. No pisan la misma tierra que nosotros", aseguran en Acebes del Páramo. En esta localidad, todavía, como en los pueblos de alrededor, está mal visto que las mujeres vayan al bar si no es domingo, nos dicen. "Mentalidad de antes. Si eres de aquí no te presentarías nunca a alcalde", asegura la camarera.

A La Milla del Páramo se llega por una carretera que va perdiendo anchura y rayas según se aleja de la general; al final se esfuma el asfalto y para entrar en el pueblo tienes que pisar tierra. "Aquí no hay muchas aspiraciones a nada. Aquí no se presenta nadie. Tendrían que pasar muchas necesidades. Pasan de todo y aunque no es trabajo, es problema y aquí estamos muy tranquilos jugando la partida. Nadie se preocupa".

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Ni siquiera hacen caso a la tele que se empeña en emitir el telediario. Como no se ha presentado nadie para las elecciones, volverán a ser convocados en otoño. Si ocurre lo mismo (y todo hace pensar que así será) se nombrará una gestora por municipio. "Si hubiera dinero... si hubiera dinero" -suspira uno de los vecinos- "hasta tiraría la Iglesia para hacer una nueva"... pero no lo hay. Y hecha la reflexión... continúan con la partida.