Detenido en Washington un militar ruandés perseguido en España por genocidio
El juez Fernando Andreu ordenó hace cinco años la detención internacional de cuarenta militares de Ruanda acusados de genocidio, crímenes contra la humanidad y terrorismo
La Policía norteamericana mantiene detenido en Washington al militar ruandés Justus Majyanbere por "inmigración ilegal" pero las alarmas sonaron cuando el ordenador de Interpol verificó que estaba en busca y captura por un juzgado de la Audiencia Nacional.
El juez Fernando Andreu ordenó hace cinco años la detención internacional de cuarenta militares de Ruanda acusados de genocidio, crímenes contra la humanidad y terrorismo, porque les considera responsables del asesinato de más de cuatro millones de ruandeses y nueve españoles (seis misioneros y tres civiles), cometidos en la década de los noventa.
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El magistrado español ordenó la busca y captura de todos ellos, incluido el presidente del país. Uno de estos militares, Justus Majyambere, mayor del Ejército, está implicado en el asalto a varias poblaciones y en el ataque al centro de Médicos del Mundo donde trabajaban los cooperantes españoles que habían sido testigos de varias matanzas y fueron ametrallados el 18 de enero de 1997.
Fernando Andreu ha enviado a Washington una confirmación de la identidad del procesado para que mantengan su situación de detenido y pueda ser extraditado a España.
Víctimas españolas
El auto de procesamiento señalaba que los acusados habían tomado el poder por la fuerza y habían instaurado un régimen de "terror", "realizando horrendos crímenes" contra la población civil, la mayoría refugiados hutus ruandeses y población congolesa.
Según Andreu, la estrategia de exterminio culminó "bajo el pretexto de razones de seguridad, con la invasión y conquista" del Congo. Entre esos crímenes, Andreu les responsabiliza del asesinato de seis religiosos españoles y de tres cooperantes de Médicos del Mundo, unas muertes que sucedieron entre 1994 y 2000 en los campos de refugiados donde trabajaban.
Este fue el caso del padre Joaquín Vallmajó, apresado por el Ejército Patriótico Ruandés (APR) y cuyo cuerpo aún no ha aparecido, quien había denunciado las matanzas y persecuciones contra los hutus. También fueron asesinados cuatro misioneros maristas en noviembre de 1996, diez días después de que uno de ellos, el padre Servando, pidiera ayuda para los refugiados a través de la cadena COPE. Los tres cooperantes de Médicos del Mundo, que trabajaban en el campo de Mugunga y habían sido testigos de varias matanzas, fueron ametrallados el 18 de enero de 1997.
El genocidio de Ruanda, en el que más de cuatro millones de personas resultaron muertas o desaparecidas, tiene ejemplos tan macabros, según consta en el auto, como el sucedido el 23 de abril de 1994, día en el que unas 2.500 personas fueron concentradas en el estadio de fútbol de Byumba, donde se les lanzó granadas desde el exterior. Una vez rematadas por los soldados, sus cuerpos fueron enterrados en el Parque Nacional de Akagera.
Javier Álvarez
Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en La Cadena SER donde esta vinculado a la sección de Justicia...