El fantasma de Ruanda
Se cumplen 20 años del genocidio de Ruanda
Hace 20 años, en el pequeño país centroafricano de Ruanda, 800.000 personas fueron asesinadas a machetazos. Una batalla entre las tribus hutus y tutsis que se convirtió en genocidio. Fueron 100 días en los que el mundo cerró los ojos y prefirió no ver como cortaban las cabezas a mujeres, niños, hombres y ancianos. Una aniquilación sin precedentes.
Más información
Hace 20 años, en el pequeño país centroafricano de Ruanda, 800.000 personas fueron asesinadas, a machetazos. Eran Tutsis, una etnia definida por los belgas antes de abandonar esta colonia africana como ruandeses altos, elegantes, con la nariz más fina y que se diferenciaban de los hutus (según su mismo criterio) en que éstos son más bajos, más toscos en sus andares y con la nariz más ancha. Unas diferencias nimias, desapercibidas para cualquiera pero que convirtieron este conflicto en la peor masacre de la historia reciente.
Hay que retrotraerse un poco en el tiempo para explicar la historia de este pequeño territorio. En 1972 Bélgica concede la independencia a Ruanda y Burundi, y establece la diferencia de clases entre tutsis y hutus. En 1973 un general hutu al mando del país inicia la persecución contra los tutsis. Una guerra de guerrillas que no suscita la atención del mundo y que culmina en el año 90 con la firma de un tratado de paz con la guerrilla tutsi.
Un año después, un misil derriba el avión de la primera ministra ruandesa de etnia hutu. Se culpa a los tutsis del atentado y se inicia la cacería. Sin jefe de estado ni gobierno se estableció la anarquía, la ley del más fuerte. Los hutus utilizaban las ondas radiofónicas para enviar mensajes a sus guerrillas diciéndoles donde se escondían los tutsis, para que fueran a por ellos y los masacraran. La radio de las mil colinas se convirtió en la voz de los instigadores para la comisión de las atrocidades.
100 días y 800.000 muertos
Fueron 100 días en los que murieron 800.000 personas, la mayoría tutsi. Fueron 100 días en los que el mundo cerró los ojos y prefirió no ver como cortaban las cabezas a mujeres, niños, hombres y ancianos. Una aniquilación sin precedentes. Los genocidios suelen producirse en un periodo amplio de tiempo y justificarse con políticas, pero este fue con un control puntual. Una media de 5 muertos por minuto durante 100 días, ante la pasividad de los cascos azules de la ONU que bajo mando de un general canadiense, terminaron huyendo por piernas dejando a los civiles a su albedrio y frente a sus degolladores. El Comandante Romeo Dallaire, reconoce hoy su error, la culpa, el horror de los ojos de los niños que le miraban esperando una ayuda que nunca llegó. Dejó a una población asediada y hoy 20 años después aún se pregunta cómo pudo fallar tan estrepitosamente, él, la ONU, la comunidad internacional y el mundo impasible ante este horror.
José Antonio Bastos: "El genocidio de Ruanda fue más atroz que el Holocausto"
12:37
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/20140327csrcsrnac_46.Aes/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...